Apenas dos jornadas disputadas del Dakar ya han permitido ver que el tracción trasera del equipo de Sven Quandt sigue mostrándose competitivo frente a sus rivales. Con Carlos Sainz entre los seis primeros, el buggy tuvo ayer uno de sus primeros sustos, en este caso en forma de unos 20 minutos perdidos por Stéphane Peterhansel y David Castera al quedarse enganchados en un lugar del que solo pudieron salir finalmente con la ayuda de Cyril Despres y Jean-Paul Cottret. El ritmo de Monsieur Dakar le permitió remontar finalmente cinco minutos en una etapa en la que llegó a ser líder provisional.
Por lo tanto, no parece que las prestaciones sean un gran problema en esta carrera de los MINI JCW Buggy por estar al nivel de sus rivales. Lo que realmente preocupa al equipo son los numerosos problemas de fiabilidad que se han desarrollado durante los dos primeros días en prácticamente todos sus vehículos salvo en el de Cyril Despres. En la jornada del martes, Carlos Sainz además de sufrir dos pinchazos (uno de ellos ya en la recta final de la etapa por el que ya no tuvo que detenerse), también sufrió problemas con el compresor que permite inflar los neumáticos de los buggies sin necesidad de salir del habitáculo, una de las ventajas normativas que ha sido motivo de debate y de polémica especialmente para aquellas formaciones que compiten con 4×4.
Seguramente uno de los condicionantes que llevó al segundo pinchazo de Sainz fue precisamente el funcionamiento incorrecto de dicho sistema. Con la presencia de muchas dunas, es habitual que los coches rueden con pocos kilos de presión en los neumáticos para así aumentar la superficie de contacto de la rueda con el terreno. Esto en terrenos duros se convierte en un arma de doble filo, ya que si no vuelves a subir la presión te arriesgas a sufrir pinchazos, algo que por ejemplo también vivió en la jornada del martes Nasser Al-Attitah. En el caso de Peterhansel, tras sufrir problemas con el sistema el lunes, ayer le tocó experimentar un fallo eléctrico en su MINI que le acarreó grandesdificultades:
No ha sido una especial fácil para nosotros. Empezamos con algunos problemas eléctricos dentro del coche. No contábamos con los intercomunicadores, sin aire-acondicionado, ni tampoco los limpiaparabrisas. Nada funcionaba. Perdí mi concentración un poco y quedé atascado en un lugar muy malo. Estamos contentos porque Cyril paró por nosotros y nos ayudó a salir de allí, de no ser así, probablemente estuviésemos todavía en el mismo sitio.
En cuanto al accidente de Orly Terranova, se confirma que el de Mendoza se ha quedado fuera de carrera después de ver afectada su zona lumbar al caer de forma demasiado seca después de una duna cortada. Afortunadamente se encuentra bien y parece que sus lesiones no revisten gravedad.
Son ya las 21 acá en Nazca. Yo recién llegado al hotel después de un largo y amargo día. Lea cuento… Al km 80 de la especial saltamos muy secos una duna corta y el Mini aterrizó muy duro en la parte trasera. Ese impacto me generó una tensión grande en el Lumbar 4 y Lumbar 5. El dolor fue creciendo y al KM 130 ya era insoportable, puesto que también se expandía a la pierna derecha. Allí paramos y buscamos ayuda médica. Les agradezco a todos; Etienne Lavigne, médicos de ASO, mi equipo, a Ronnie Graue por la atención. A veces las cosas salen y a veces no. Lo bueno es que no es nada grave.