No es la primera vez que hablo de Louise Cook. La piloto británica ha sido desde hace años una de las féminas más prometedoras dentro del panorama internacional de los rallyes. Sin embargo, las dificultades económicas para sacar un programa ‘grande’ adelante le han apartado desde hace unos años del Mundial. 2017 estaba llamada a ser la temporada de su regreso, preparando su participación en la campaña completa del WRC3. Sin embargo, algo salió mal.
Como suele ocurrir en estos casos, lo planeado difiere mucho de lo que finalmente se lleva a cabo, y el retraso de dos de los principales patrocinadores del proyecto ponía contra las cuerdas el poder estar en la salida del Rally de Suecia 2017. Cook no tuvo otro remedio que empeñar muchas de sus pertenencias materiales más queridas para poder afrontar los más de 9.000 € que necesitaba para poder llegar finalmente a competir en la prueba escandinava y así mantener vivas sus esperanzas de competir la temporada completa del WRC3.
Mientras esperaba el dinero de los patrocinadores (quiere competir por una vez con garantías, probando antes de los rallyes y con neumáticos competitivos), Louise puso a subasta sus matriculas personalizadas ‘LC04 WRC’ (Louise Cook for WRC), incluso vendió su preciado Ford StreetKA. Sin embargo, lo que sin duda más le costó poner a la venta fue su Trofeo de la Copa de Producción FIA de 2012 para coches de dos ruedas motrices, el por ahora único trofeo internacional que una fémina ha logrado en el Mundial.
Esta graduada en Diseño del Automóvil por la Universidad de Coventry consiguió finalmente llegar a las 8.000 libras que había pedido en su campaña de Crowdfunding, algo que lamentablemente no le ha evitado seguir con la subasta de su trofeo FIA WRC, pero que demuestra la gran comunidad y afición que hay detrás de los rallyes. Esperemos que Cook recupere la sonrisa con una buena oportunidad de demostrar su talento en una de las categorías soporte del Mundial de Rallyes.
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