Segunda prueba de la temporada y con especiales en las que los pilotos coqueteaban con los 200 km/h de punta, estaba claro que cualquier problema con el coche iba a quedar amplificado por las condiciones de un rally como este, el de Suecia. Los nuevos World Rally Cars basan sus prestaciones en su mayor potencia (entre 70 y 80 CV más respecto a 2016), ligereza, capacidad de reglaje a través del diferencial central y especialmente por la llegada de los nuevos kits aerodinámicos. Pero, ¿qué pasa si pierdes uno de estos factores?
Ha sido Mads Ostberg el primero en comprobar cómo de bien se pilota uno de los nuevos WRC 2017 sin apoyo aerodinámico, concretamente, sin alerón trasero después de que este se le desprendiera en una recta en el antepenúltimo tramo de la etapa del viernes. El noruego, que aquí se encontraba debutando al volante del Ford Fiesta RS WRC 2017 y después de un buen shakedown y un gran primer bucle, las catastróficas desdichas se sucedían.
El noruego salía cinco minutos tarde del Service después de que el equipo Jipocar tuviera que acometer un cambio de caja de cambios, el principal talón de Aquiles que ha demostrado tener el producto de M-Sport en este inicio de temporada (Tänak tuvo problemas tanto en Monte-Carlo como en Suecia). Mads ya afrontaba la jornada de tarde con 50 segundos de penalización, algo que se sumaría a lo que estaba por llegar.
En la primera especial, el quinto tramo, Ostberg llegaba muy preocupado a meta. Acababa de perder su spoiler trasero cuando encaraba una sección de sexta velocidad a fondo (casi a 200 km/h) y no sabía ni cómo ni la razón de ello. Siendo la segunda prueba de la temporada, coches nuevos y la construcción de cuatro unidades por parte de un equipo oficial, estaba claro que los repuestos estaban contados con los dedos de la mano y a pesar de que los sobredimensionados alerones son piezas clave para este año, era difícil tener un par en la asistencia ante posibles problemas.
Tal era la desesperación, que desde la cuenta oficial del piloto pedían que los aficionados que hubieran recogido el alerón se pusieran en contacto con Quirin Mueller, uno de los integrantes del equipo Jipocar para tratar de recuperarlo cuando antes. Mientras tanto, Ostberg trataba de realizar pequeños cambios de diferenciales (los pocos que pueden hacer los pilotos fuera de la asistencia) para tratar de contrarrestar los graves problemas de manejabilidad que estaba sufriendo en su Ford Fiesta RS WRC 2017.
Completamente desesperado a la llegada del sexto tramo, Mads declaraba: “no es fácil de pilotar el coche sin alerón. Hemos tratado de realizar algunos cambios antes de la especial simplemente para completar las especiales que nos queda. Es horrible de pilotar. El coche está diseñado con alerón, sin él es mucho peor”. Para entonces, un amable aficionado sueco se había presentado en la asistencia para devolver el valioso suvenir al equipo. El alerón trasero volvía a estar en manos del equipo, pero a Mads todavía le quedaban dos tramos por completar y a pesar de que intentaba estabilizar el coche a base de pilotaje, el sobreviraje hacia que fuera prácticamente inviable realizar el último tramo.
Ya de noche, el TC8 era demasiado peligroso para disputar en estas condiciones, con el coche sufriendo sobreviraje en la salida de cada curva y siendo prácticamente imposible de mantenerlo sobre la pista. Por miedo a un mal mayor y con el objetivo de tener más tiempo para resolver los problemas técnicos, Mads decidía abandonar en el enlace, asumiendo la penalización de reengancharse mañana por Rally2 y diciendo prácticamente adiós a cualquier opción de terminar el Rally de Suecia dentro del Top10.
No es la primera vez que los pilotos del WRC sufren graves problemas después de la pérdida del alerón trasero. Petter Solberg ya los tuvo en Finlandia 2005, después de arrancar el maletero de su Subaru Impreza, los aterrizajes después de cada cambio de rasante se realizaban con el coche completamente desequilibrado, clavando el morro en la tierra y llevándole a tener una nueva salida de pista. Situación similar le ocurrió a Hayden Paddon con el Hyundai i20 WRC de antigua generación en la cita finesa, con idéntico resultado. Ahora con los WRC 2017 este problema se acentúa.
