Dos décadas encargándose de los Ford que han pasado por el Mundial de Rallyes dan para mucho, incluido para ver a alguno de los grandes talentos pasar por el volante de tus coches. Malcolm Wilson ha pasado prácticamente por todos los puestos que se pueden ocupar dentro de la disciplina, empezando como mecánico, probador, piloto, padre de piloto y en la actualidad, como empresario de éxito, director de equipo y preparador.
El británico es sin duda una de las voces autorizadas a hablar sobre la situación del campeonato y por eso es especialmente interesante escuchar alguna de sus historias. Recientemente, la revista ‘Fast Ford’ celebraba su número especial de los vehículos de rallyes de la marca del ovalo con una interesante entrevista realizada al mandamás de M-Sport. Entre ellas, una de las preguntas más controvertidas era la que le pedía los nombres de los pilotos con los había trabajado durante los últimos 25 años que habían sido más talentosos, técnicos y profesionales.
Obviamente esta cuestión a un hombre que ha trabajado con nombres como Mikko Hirvonen, Marcus Grönholm, Markko Martin, Juha Kankkunen, Carlos Sainz, Colin McRae y ahora Sébastien Ogier (con el que todavía no ha trabajado lo suficiente aunque ya se ha deshecho en elogios), está claro que iba a ser muy interesante a la hora de conocer su respuesta, especialmente porque en ella decide mirar al pasado en las figuras del español y el piloto británico.
El más talentoso era Colin McRae, sin duda alguna. En término de lo más técnicos mentalmente… probablemente tendría que decir Colin de nuevo, siempre daba un excelente feedback. ¿El más profesional y exigente? Ese sería Carlos Sainz.
Además, Malcolm confirma en una de las respuestas su intención de haber fichado a Colin McRae un año antes de lo que lo hizo (llegó al equipo en 1999), año en el que hubiera competido junto a Juha Kankkunen, Ari Vatanen o Bruno Thiry y que posiblemente hubiera ayudado a acelerar el desarrollo del Focus WRC Mk.I, al cual le costó mucho se competitivo, sobre todo en términos de fiabilidad (Colin ganó en Portugal y Safari nada más comenzar el año). Sin embargo, el contrato que en aquel momento tenía firmado con Subaru, impidió que McRae se sentara en 1998 en el Escort WRC.
Precisamente el lanzamiento del Focus WRC fue una de las etapas más complejas para el equipo M-Sport. Ahora, veinte años después, vuelven a estar en un nuevo proceso de renovación, incluida la construcción de una pista de pruebas que contará con el visto bueno incluso de la FIA y que estará abierta para el alquiler de otros equipos.
Sí, éramos un equipo mucho más pequeño entonces y se trataba del proyecto tecnológicamente más complejo que habíamos emprendido hasta la fecha. Esto era antes de haber terminado la renovación de las instalaciones de Dovenby Hall y el espacio era insuficiente, tanto que terminé alquilando un número de talleres en Millbrook Proving Ground para completar el proyecto. En términos reales, teniendo en cuenta nuestro tamaño en aquel momento, probablemente fue el proyecto más difícil de todos.
Digno de mención el apartado al RS1700T, el Ford que estaba llamado a revolucionar los primeros años del WRC en la década de los ochenta y que finalmente no llegó a ir más allá de los test al surgir Audi y su tracción Quattro como dominadora del campeonato. La firma del ovalo dio marcha atrás, sacó una nueva hoja en blanco y comenzó a diseñar el Ford RS200, el cual también llegaría demasiado tarde…
El RS1700T era un gran coche y estoy seguro de que podría haber batido a los tracción total en asfalto si le hubieran dado aunque hubiera sido una oportunidad ya que sin duda fue un gran paso en términos de rendimiento. Recuerdo que probamos una y otra vez en el mismo recorrido con el Escort que había pilotado Hannu Mikkola en el RAC de 1979 para comparar. El RS1700T era fácilmente varios segundos por kilómetro más rápido. Entonces surgió el Quattro y todo cambió. Recuerdo que Stuar Turner vino a decirnos que el coche fue cancelado y que teníamos que cambiar el enfoque a un coche con tracción total.
Vía | Fast Ford (Edición impresa)