Mañana, en París, será un día importante para la Fórmula 1. Sin Bernie Ecclestone utilizando los medios para hablar de la necesidad de desterrar a los actuales V6 turbo híbridos, la FIA y los principales motoristas se reunirán para discutir el destino de la Fórmula 1 a partir de 2021, año en el que en teoría acaba el ciclo normativo actual. Sin embargo, ha levantado aún más revuelo la presencia de otras marcas además de Ferrari, Honda, Renault y la propia Mercedes-Benz.
Tal y como reconocía Toto Wolff a un medio alemán hace unos días, habrá otros representantes en dicha reunión, entre los que se esperaba al nuevo director deportivo de Audi Sport, Dieter Grass. Sin embargo, y posiblemente por todo el revuelo creado en torno a la posibilidad de que la firma de los cuatro aros valorase la entrada en la Fórmula 1, finalmente será Stefano Domenicali, CEO de Lamborghini, el que estará en representación del Grupo Volkswagen.
Junto a ellos, las informaciones surgidas por parte de AutoBild indican que estará Cosworth y una marca nipona, en este caso se ha rumoreado que podría ser Toyota, sin embargo, esto último no ha sido confirmado. El objetivo es el de sentar las bases de hacia donde se quieren dirigir, si se quieren motores más o menos potentes, ruidosos, grandes, con parte híbrida o sin ella y obviamente, los principales Grupos automovilísticos han querido estar representados, aunque esto no quiera decir que planean su entrada inmediata en la Categoría Reina.
Al parecer, también Mario Ilien estará, e incluso se le ha llegado a relacionar con una colaboración activa del responsable de Ilmor con McLaren. Por el momento no hay más detalles, ni oficiales ni extraoficiales, pero algunas voces importantes del paddock ya han expresado sus propias opiniones, con Zak Brown y Toto Wolff hablando de reducir costes, Christian Horner apostando por mayor sonoridad e incluso Jean Todt descartando la opción de regresar a los populares V10.
