El equipo ganador hace tres años, dominador del fin de semana y autor de la pole logró la victoria en las 12 Horas de Bathurst. La crónica sobre el papel debería ser sencilla, pero Bathurst siempre depara momentos locos y por ello el triunfo de Toni Vilander y las estrellas de los Supercars australianos Jamie Whincup y Craig Lowndes al volante de un Ferrari 488 tiene mucha más miga de la que pudiera parecer de primeras.
Pese a que en la sesión de clasificación estuvo discreto, en carrera el rival que mayores problemas planteó a Maranello Motorsport fue el Mercedes-AMG GT3 de STM y HTP en el que entre otros militaba la gran figura del panorama austral en 2016, el neozelandés Shane van Gisbergen. Pero en esta ocasión el espectacular campeón de los Supercars y la Blancpain Endurance Cup 2016 no brilló por las razones adecuadas… Aunque la guerra no la inició él.
Mediada la carrera los dos coches ya mencionados afrontaban una resalida en las dos primeras posiciones y Craig Baird no dudó en apurar tanto la frenada al volante del Mercedes como para tocarse y terminar mandando al Ferrari 488 en esos momentos pilotado por Craig Lowndes a la grava en la última curva del trazado. Y pese a quedarse encallado el Ferrari y recibir un stop and go el Mercedes, los mismos equipos volvieron a ser protagonistas en el final de carrera.
El invitado de excepción a esa lucha fue el inesperado Porsche de Competition Motorsports. No porque Porsche tuviera motivos para dudar de la competitividad de su GT3, vencedor en Dubai y Daytona en el último mes, o de sus pilotos Patrick Long y Marc Lieb, sino porque competía como equipo Pro-Am. Y ello no les impidió dar salsa a la lucha por la victoria, teniendo algún encontronazo con ellos Shane van Gisbergen que derivó en una serie de errores que acabaron con su carrera.
El neozelandés en la última hora de carrera perdió el liderato viendo cómo Toni Vilander le adelantaba por la hierba, se comió un GT3 amateur, fue sancionado y terminó cometiendo un nuevo y definitivo error en el descenso de Mount Panorama. Ello acabó por provocar la explosión de ira en su compañero Maro Engel, quien no dudó en rajar de Van Gisbergen en televisión. Posteriormente el alemán se disculpó.
A very unhappy @MaroEngel with @shanevg97. #B12HR pic.twitter.com/yxMq9MfFJ6
— Bathurst 12 Hour (@Bathurst12hour) February 5, 2017
Así, quedó el camino expedito para Vilander, Lowndes y Whincup, que se hicieron con el triunfo una vuelta por delante de Lieb, Long, Campbell y Calvert-Jones, inesperados segundos clasificados y vencedores en Pro-Am. El tercer escalón del podio fue para Bentley de la mano de Steven Kane, Guy Smith y Oliver Jarvis, mientras que la carrera del otro Continental GT oficial, compartido por Andy Soucek, Maxime Soulet y Vincent Abril quedó condicionada por un pinchazo y posteriores problemas de suspensión al inicio de la prueba. Finalizó 12º.
Como curiosidad, un Porsche amateur (con lo complicado de pilotar que siempre han sido los Porsche para los gentlemen drivers) también se llevó el triunfo en esa categoría, obteniendo ya de paso el cuarto puesto absoluto: fue el #912 de Walkinshaw pilotado por John Martin, Liam Talbot y Davashen Padayachee. Entre los GT4 igualmente Porsche, copando el podio y ganando de la mano del Cayman de PROSport pilotado por Max Braams, Jörg Viebahn, Nicolaij Moller-Madsen y Harrison Jones. En las dos categorías restantes, coches coperos y la de invitados, ganaron un Porsche copero alineado por Steve Richards Motorsport y uno de los Focus V8 de MARC.
La próxima cita del Intercontinental GT Challenge 2017 tendrá lugar en julio con motivo de las 24 Horas de Spa-Francorchamps.
Foto | Bathurst 12 Hour
