Marcus Ericsson se encuentra en una de las situaciones más particulares de la pretemporada 2017. En su cuarto año en la categoría, es ya el líder del equipo Sauber y se ve obligado a encabezar el proyecto del equipo al no poder contar con el apoyo del lesionado Pascal Wehrlein. Además, el equipo suizo dispone de una unidad de potencia Ferrari de la temporada pasada y no está claro que vayan a recibir ninguna mejora a lo largo de la temporada que comenzará en apenas unas semanas en Melbourne.
El piloto sueco se mostró muy satisfecho al poder tener su equipo un día sin problemas: «Hoy ha ido mucho mejor que el primer día, ha sido una jornada muy positiva. El coche tiene buen equilibrio y en comparación con los de la generación anterior se pueden pilotar empujando mucho más, de forma agresiva. Hay que tener confianza pero se puede empujar muy fuerte con ellos. Con los neumáticos, también. El piloto tiene que pelear un poco con el coche ya que hay mucho más agarre. Se puede ser más agresivo pero en contrapartida, cuando se pierde el control es más difícil recuperarlo», comentó.
Ericsson explicó con buen detalle cómo son los neumáticos este año: «Nuestra idea era dar muchas vueltas pero hasta hoy no fue posible. La consistencia de los neumáticos ayuda a ello y es un punto importante. El neumático duro no es muy bueno pero los demás son mejores. El blando en particular es interesante, tiene un pico pronto y luego empieza a caer aunque lo hace de forma muy consistente. El medio de este año se acerca más al duro que al blando mientras que los superblandos y ultrablandos son parecidos en concepto al año pasado; no hay mucha diferencia entre ellos».
Uno de los puntos más interesantes de la temporada 2017 será el efecto que tendrán estas normativas aerodinámicas sobre los adelantamientos: «El aire molesta un poco más cuando vas detrás de otros coches. Habrá adelantamientos pero seguramente no tantos como el año pasado. En tiempos recientes el DRS ha traído muchos cambios de posiciones pero esto podría dejar de ser así. Como aficionado, preferiría que los adelantamientos fueran menos comunes y más trabajados en lugar de ser simples gracias al DRS», confesó.
Para finalizar sus declaraciones tras los entrenamientos, Ericsson aseguró que se ve capaz de encabezar el desarrollo del equipo y quiere demostrar su calidad. Desafortunadamente, puede que los motores no ayuden ya que no está claro que Ferrari vaya a traer mejoras para el motor de 2016: «Aún no sé si nos traerán algúna pieza nueva en algún momento, habrá que esperar», concluyó. La semana que viene contará con su compañero de equipo final para la temporada que viene pero hasta entonces comparte box con un Antonio Giovinazzi a quien regaló algunas buenas palabras.
Fotos | Larreina (UGS Vision)