No tuvo el mejor inicio de temporada en su aventura europea, pero lo cierto es que Marquito Bulacia ha ido solventando su debut en el Campeonato Italiano de Rallyes con buenas actuaciones al volante de un coche completamente nuevo para él y en unos tramos que le eran completamente desconocidos. Además de su sólida participación en el Memorial Bettega con el Ford Fiesta RS WRC (igual que el Monza Rally no deja de ser un show), el boliviano ha cerrado el año 2017 con dos podios en las dos últimas citas del nacional transalpino de tierra, Rally della Val D’Orcia y Rally de Il Nido dell’Aquila algo que parece haberle dado fuerzas y confianza para afrontar el siguiente paso rápidamente.
Tal y como declaró al medio italiano AutoSprint durante el MotorShow de Bolonia, Marquito dará el salto al mundial el próximo año, compitiendo en un programa reducido de seis citas en WRC2 y complementándolo de nuevo con su participación en algunas citas en el país transalpino (dos de tierra y dos sobre asfalto) con las que se intentará preparar para su nueva etapa. Obviamente no hay nada concreto y, al igual que Kalle Rovanperä, deberá buscar aquellas citas que le permitan competir a pesar de no contar todavía con los 18 años (27 de septiembre). En cuanto al coche, destacar que este año comenzó utilizando un Ford Fiesta R5 de Giesse Promotion, pero la última cita, la de Il Nido dell’Aquila, la disputó con un Skoda Fabia R5 de PA Racing.
¿Por qué vine a correr en Italia? Porque puedes hacerlo a los 17 años y porque es un país donde hay buenas carreras, buenos coches y buenos pilotos: todo es muy competitivo. En mi opinión, es el mejor entre los europeos, tiene el nivel más alto. En 2018 debería disputar 6 carreras de WRC2 y volver a correr en Italia, tal vez haciendo dos rallyes en tierra y dos en asfalto, un tipo de superficie que casi no conozco ya que en Bolivia no se corre allí … ¿Mi ídolo? ¡Después de papá, Loeb!
De esta forma, el joven sudamericano cumplirá su mayoría de edad compitiendo en sus primeras citas dentro del Mundial, al volante de un R5 y con un programa que, dada la nula experiencia sobre asfalto, deberá ceñirse únicamente a pruebas de tierra. Allí se verá las caras con un Rovanperä que dará también el salto definitivo al WRC2, junto a su compatriota y piloto Hyundai, Jari Huttunen (24 años). En el caso de Oliver Solberg, 2018 se plantea como una temporada orientada al aprendizaje, encuadrado dentro de la escuela FFSA y a la espera de conocer su programa definitivo.