Empiezo a sentir un grado alto de envidia por los afortunados que están pudiendo vivir la iniciativa llevada a cabo por Renault Reino Unido conmemorando los 40 años de la firma francesa en el Gran Circo. Durante los últimos meses hemos contado varias historias acerca de la misma, desde la piloto más veterana que se ha puesto al volante de un Fórmula 1, hasta las reacciones de pilotos no profesionales que ruedan en un circuito por primera vez al volante de uno de los monoplazas de la categoría reina. Si pensabais que difícilmente se podía conseguir un nivel de felicidad más alto que este, estabais equivocados.
Así nos lo demuestra el último vídeo de Renault UK, en el que podemos ver la historia de Matthew Creed, el cual ganó la oportunidad de probar un Renault Clio R.S. Automáticamente, su nombre entró en la competición “Renault’s Ultimate Test Drive”, la cual permitía a sus participantes llegar al premio final de ponerse al volante de un monoplaza de Fórmula 1 en distintas tandas de tres vueltas. Creed sería finalmente uno de los seleccionados para viajar al Circuito de Paul Ricard y experimentar por una vez en la vida la adrenalina, el miedo y la felicidad que conlleva una experiencia de tal magnitud.
Ver el coche de F1 fue increíble, incluso estar sentado en él fue increíble, pero en realidad conducirlo era indescriptible. La última vuelta pilotando el coche de F1 fue una mezcla de emociones, sabiendo que nunca más tendré la oportunidad de hacer esto otra vez, me hizo llorar. Era algo que había soñado desde que era un niño pequeño mientras veía la F1, pero nunca en un millón de años pensé que alguna vez se convertiría en realidad. Todo el día fue perfecto de principio a fin. Hayley y yo siempre hemos compartido la pasión por las carreras y Renault, y disfrutamos de días de pista juntos en mi Clio R.S. 200. Sabía lo orgullosa que estaba de estar allí conmigo ese día y vivir mi sueño conmigo, también estaba tan orgullosa de que ella también lo hiciera, ¡estaba muy impresionado! Ella siempre me había apoyado tanto y sabía que era el momento perfecto para convertirme en el hombre más afortunado del mundo y aceptó convertirse en mi esposa. Es un momento que atesoraremos por el resto de nuestras vidas.
mejor, salvo por la posibilidad de poder compartir esta situación con un acompañante, en este caso, Hayley Melen, su novia, la cual además de acompañarle en el viaje, también pudo disfrutar de rodar con el Lotus E20 (redecorado con los colores de Renault Sport) vivió junto a Matthew el que sin duda será el día más feliz de sus vidas. Sobre el asfalto del pit lane del trazado que acogerá a partir del próximo año el Gran Premio de Francia, Creed se arrodilló y le pidió matrimonio de la forma más tradicional a su pareja, completando así lo que sin duda es un fin de semana de ensueño. Que sean muy felices y que empiecen a pensar en unos anillos nupciales con diseño de rombo… Desde luego, si hay que casarse para poder pilotar un Fórmula 1, estoy dispuesto a sacrificarme.
Sin duda fue el mejor día de mi vida. No pensé que cosas tan extraordinarias realmente le sucedieran a la gente común. Ganar la competición fue espectacular, y la emoción pura en la cara de Matt ese día es algo que nunca olvidaré, experimentar su sueño de toda la vida de conducir un F1 y hacerlo junto a él es algo por lo que siempre estaré agradecida. Fue un momento impresionante, e increíblemente emocional. Ambos hemos tenido un punto débil con Renault desde que estamos juntos, y junto con nuestra pasión por la F1, fue el momento perfecto. Matt es verdaderamente mi alma gemela, mi mejor amigo y no puedo esperar para convertirme en su esposa.
