El bajo perfil mediático aplicado como estrategia comunicacional desde la escudería Ferrari ha provocado cierta tensión externa, en la forma que aquello que no se dice muchas veces resulta más trascendente que lo expresado. Esta temporada finalizan los contratos de Sebastian Vettel y de Kimi Räikkönen y, en tal sentido, Maurizio Arrivabene ha optado por evadir cualquier pregunta al respecto, sobre todo las que involucran a Antonio Giovinazzi como probable reemplazo del piloto finlandés.
Tal como se observa el actual panorama, Ferrari posee los argumentos para optar por los cetros de pilotos y de constructores, situación que, de llegar a materializarse, seguramente derivaría en la continuidad de su plantilla, aunque para 2018 Kimi Räikkönen cumplirá 38 años de edad. Para no atentar contra el optimismo en Ferrari, Arrivabene prefiere mantenerse silencioso ante los medios para con ello evitar una indiscreción de su parte o que a partir de sus palabras la prensa desate polémicas innecesarias. Es evidente que la química y el buen ambiente dentro del equipo que genera la dupla Vettel-Räikkönen constituyen razones de peso para proseguir juntos, así que no se advierten mayores razones para desarticular la plantilla.
En sus escasas declaraciones tras finalizar el Gran Premio de Australia, el jefe de Ferrari apenas manifestó que no será él quien se ponga a distraer a sus pilotos ni a generar presión interna con el asunto de los contratos, para él será esencial mantener la cordialidad dentro del grupo y en especial que sus actuales pilotos estén felices y optimistas. Se cree que las pocas palabras de Arrivabene tiene como trasfondo no conceder alas a la prensa italiana, misma que avala a Giovinazzi y desea observarlo vestido de rojo en 2018.
Hablar de contratos ahora solo serviría para distraer a nuestros pilotos, así que de mi parte no hablaré de ningún contrato.
Vía | F1i