Tras Sebastian Vettel, el piloto que más vueltas dio en el primer día de test de pretemporada 2019 fue un Max Verstappen que era moderadamente optimista (como dicta la tradición) tras bajarse del coche. El neerlandés dio un total de 128 vueltas que a pesar de todo estuvo por debajo de los números combinados de Renault y Mercedes. Aún así, Honda tuvo un buen primer día junto a Red Bull, sin problemas y con buenos registros. El único inconveniente fue el de un Verstappen con pocas ganas de soltar prenda en primera cata del motor japonés.
En términos generales, el primer día fue positivo tanto para Red Bull como para Toro Rosso, en una buena experiencia con Honda que trajo mucho rodaje y tiempos razonables, además de altas velocidades puntas. El motor funciona, aguanta y no rompe. Así lo contaba, muy brevemente, Max Verstappen: «De momento, todo bien. Todo ha funcionado bien, hemos dado muchas vueltas y estoy contento pero es el primer día y no puedo comentar mucho aún», explicó. El primer piloto de Red Bull no parecía tener muchas ganas de hablar, con unas declaraciones que podrían interpretarse como forzadas… o simplemente como desgana de hablar con la prensa.
Aún así, Verstappen tuvo a bien explicar que hay satisfacción en el equipo: «Estamos contentos, hay que seguir mejorando y como todos nuestros rivales, tenemos que trabajar para entender el coche y sacarle el máximo partido». Nada nuevo y ninguna sorpresa, aunque es interesante que no haya nada remarcable a contar en un caso claro de no news, good news. Por último, Verstappen respondió de forma jocosa cuando se le preguntó por la comparación entre su motor del año pasado y el de este: «¿Diferencias entre el motor Honda y el Renault? El primero está fabricado en Japón en lugar de en Francia», concluyó.