Ya os hablamos en el pasado del proyecto del Honda CR-V Hybrid Racer y lo que en un primer momento pensábamos que era un intento de asalto a la Subida Internacional a Pikes Peak. No fue así y esta bestia con motor V6 de 2.2 litros y doble turbo, directamente heredado de un monoplaza de las IndyCar Series, no tendrá esa adrenalina de ascender el próximo mes de junio la conocida como “Carrera hacia las nubes” de Colorado Springs.
Sin embargo, no por ello no se le va a sacar el correspondiente jugo. Aprovechando que el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 visitaba este pasado fin de semana Miami, con motivo en este caso del quinto Gran Premio de la temporada 2023, Max Verstappen se acercó al Circuito de Homestead para poder darle un primer vistazo al CR-V Hybrid Racer y hacerle un primer test a esta bestia traída directamente de la competición con la particularidad de vestir esa silueta más propia de un vehículo de producción.
El neerlandés, dos veces Campeón del Mundo, recibió los consejos del piloto de la IndyCar, James Hinchliffe, minutos antes de que se le pudiera ver a Verstappen quemar algo de rueda a su volante. No es un desconocido de todos estos shows y anuncios comerciales Max, muy acostumbrado al ritmo al que suele someter Red Bull Racing a sus grandes estrellas. Sin embargo, lo más curioso es que en apenas tres meses, el piloto de Fórmula 1 ha hecho dos vídeos cn muchas similitudes para dos fabricantes distintos como son Ford y Honda.
El primero de ellos, el de la firma del óvalo, fue publicado el día de la confirmación de que Ford y Red Bull Powertrains unirán sus fuerzas a partir de 2026. En aquella ocasión, Verstappen pudo probar la Ford SuperVan 4 y hacer unos cuantos trompos con toda esa potencia eléctrica disponible. Ahora, con esos 800 CV al tren trasero, también parece que no se le da nada mal. Se espera que Honda lleve el CR-V Hybrid Racer a más carreras de las IndyCar Series y que siga siendo empleado como un laboratorio de pruebas para la electrificación de los vehículos de competición