Aunque en Austin consiguió contener lo mejor posible la sangría de puntos que podía estar viviendo desde el Gran Premio de España, es evidente que en Red Bull Racing y, más concretamente, Max Verstappen, tienen cierta preocupación en cuanto a la lucha por los títulos. Si el campeonato de constructores parece ya más que comprometido, el neerlandés sigue haciendo todo lo posible y lo imposible cada fin de semana para lograr su cuarto entorchado intercontinental.
En México el resultado fue la pérdida de 10 puntos respecto a Lando Norris después de haber recibido dos sanciones de 10 segundos cada una tras el mano a mano que protagonizó con el británico después de que Carlos Sainz adelantara al de Red Bull y lo dejara a disposición de batallar con su máximo rival por el campeonato. La sexta posición en el Autódromo Hermanos Rodríguez puede haber sido el mal menor de esta gira americana, especialmente si tenemos en cuenta que desde el equipo con sede en Milton Keynes ya reconocen abiertamente que vuelven a estar contra las cuerdas en materia de motores.
Verstappen ya fue noticia el pasado viernes cuando tuvo que ver desde el box prácticamente toda la acción de la FP2. En ese momento no parecía una pérdida mayor, ya que los pilotos tenían las instrucciones de poner a prueba los compuestos de Pirelli para 2025 en una sesión que se alargó media hora más precisamente para dicho menester. Sin embargo, las noticias malas llegarían el sábado, cuando el equipo confirmaba que habían tenido que reemplazar ese motor por uno que ya figuraba dentro de la rotación (propulsor usado) ya que no habían podido solventar el problema con la pérdida de refrigeración del primero.
Tanto Helmut Marko como el propio Max Verstappen reconocieron durante el fin de semana que todo apunta a que les tocará volver a pagar una penalización de posiciones en parrilla después de la que ya tuvieron en el Gran Premio de Bélgica (10 posiciones) ya que, con cuatro fines de semana de carreras por delante, parece muy difícil que consigan completarlos con los elementos de los que disponen actualmente.
De esta forma, no sería de extrañar que Verstappen y Red Bull Racing opten por tener un motor completamente fresco ya en el Circuito de Interlagos y asumir de esta forma la penalización en un trazado que da opción para remontar esas cinco posiciones que en principio podría recibir el líder del Mundial en caso de que finalmente se opte por este movimiento. Lo que parece claro es que después de un fin de semana en la altitud mexicana, las preocupaciones sobre la refrigeración no sólo afectaron a Checo, sino que Verstappen también tuvo que empujar y adelantar para poder alcanzar finalmente esa sexta plaza.
El motor que habíamos instalado en el coche ya no estaba preparado para usarse en carrera y cuanto más envejece un motor, más disminuye su rendimiento. La sanción sería de cinco puestos y no sería tan grave en Brasil, por ejemplo, donde se puede adelantar con relativa facilidad. Pero vimos que en las rectas nos dejábamos de tres a ocho km/h. Este motor que estaba instalado en el coche no debía usarse en la carrera, por lo que lo más probable es que en Brasil podamos cambiarlo – Helmut Marko, a ORF