Tras culminar el Gran Premio, Max Verstappen realizó fuertes críticas contra su propio equipo. Además de manifestar su inconformidad con el plan de desarrollo del actual monoplaza, se agrega su malestar por las estrategias aplicadas y las lentas detenciones en boxes. El líder del campeonato observa cómo se reduce su ventaja en la tabla de pilotos, en tanto Red Bull Racing está a punto de ser desplazado de la cima entre los constructores, algo que parecía improbable cuando inició la temporada.
Para Verstappen, ambos campeonatos no lucen como objeticos realistas si siguen por el mismo camino. Es evidente que el área técnica se equivocó al implementar modificaciones en el RB20 y ahora no comprenden dónde está el problema. Finalizar a 37 segundos de Charles Leclerc y no poder contener a los pilotos de McLaren y a Lewis Hamilton resultó frustrante para el campeón puesto que mientras espera una reacción de Red Bull, sus rivales siguen avanzando, situación que complica aún más el panorama porque la lucha en pista no es contra un único adversario sino contra tres.
Según el piloto holandés, pasar de un monoplaza excelente a un coche inmanejable y lento en un lapso de seis a ocho meses es algo muy extraño. El revulsivo debe ser urgente e inmediato, de deben analizar todos los elementos que parecen deficientes, cuya introducción no representó una mejora. Criticó también lo que suele ocurrir en las recientes reuniones técnicas ya que mientras los ingenieros hablan, analizan y tratan de descifrar lo que sucede el campeonato sigue avanzando. No está fácil asimilar esta situación para Red Bull Racing, una escudería que se acostumbró tanto a ganar que han perdido la capacidad de reacción.
En cuanto a especular en torno a los resultados de Lando Norris en su lucha por el título de pilotos, Verstappen es de la opinión que no resulta un consuelo la desgracia del rival. Advierte que no le gusta esperar que los demás tengan problemas porque considera que cada quien debe labrar su propio camino al éxito y en su caso tuvo un fin de semana muy malo y en ello debe reflexionar, en lugar de pensar en que todavía mantiene cierta ventaja porque Norris no pudo ganar.
En palabras de Max Verstappen:
El año pasado teníamos un gran coche, era el más dominante y básicamente lo convertimos en un monstruo, así que tenemos que darle la vuelta. No importa cuántas semanas [se necesiten], tenemos que seguir esforzándonos y trabajando a tope. No hay excusas. En estos momentos, ambos campeonatos no son realistas. He dicho muchas cosas y ahora le toca al equipo hacer los cambios en el coche, realmente necesitamos ponerlo patas arriba.
Vía Autosport
