Protagonismo absoluto para Max Verstappen y Red Bull en la única sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Austria, en el que el piloto neerlandés no solo fue el más rápido con el mejor tiempo en la primera hora de actividad en pista, sino que además causó también una bandera roja tras media hora. El actual campeón del mundo se quedó detenido en la recta de meta, aunque afortunadamente para él, el coche estaba pronto de vuelta en boxes y pocos minutos después, incluso rodaba de nuevo. Carlos Sainz ocupó la cuarta posición, justo por detrás de su compañero de equipo, mientras Fernando Alonso fue décimo también por detrás de Lance Stroll, séptimo.
Sin tiempo para descansar después de un intenso Gran Premio de España, la Fórmula 1 vuelve a la acción directamente en Austria, en un Red Bull Ring en el que hay dos pilotos más confirmados para 2025, con Pierre Gasly y Lance Stroll renovados con Alpine y Aston Martin respectivamente. Resueltas dos dudas más, la atención se va centrando en el ‘culebrón’ Carlos Sainz y en la resolución del segundo volante de Mercedes. Dos elementos intrinsicamente relacionados que a día de hoy aún no tienen respuestas seguras. En cualquier caso, no hay tiempo para perder pensando en el futuro ante un nuevo fin de semana con carrera y clasificación al sprint.
Así, como es habitual en este tipo de fines de semana, la actividad en pista en la primera hora de rodaje es crucial, al tratarse de la única sesión de entrenamientos libres en la que los pilotos saben que pueden probar cosas sin consecuencias deportivas. A partir de ahora, todo lo que venga será ya una sesión para decidir el orden de salida o una carrera en la que se entreguen puntos para el campeonato. Y en esta ocasión, la sesión de entrenamientos libres era aún más importante si cabe, al contar con nuevas tiras de grava en el exterior de varios puntos del circuito, para servir como deterrente a la hora de limitar los excesos de los límites de pista.
Por lo general y salvo ciertas pequeñas salidas de pista habituales en estas latitudes del fin de semana, la sesión fue bastante tranquila. Sin embargo, Max Verstappen sí causó una bandera roja al quedarse detenido su monoplaza en recta de meta nada más superar el ecuador de la sesión. Pocos minutos después el coche estaba de vuelta en boxes y apenas otros minutos más tarde, el neerlandés estaba de nuevo en pista, con una sesión en bandera verde. Al final, el actual campeón apenas se perdió cinco minutos de actividad. Rápidamente, los pilotos volvían a estar de nuevo en pista, aprovechando cada minuto hasta el último momento válido para rodar. Tanto así que incluso Lando Norris sufría una salida de pista en los compases finales, buscando rebajar su registro.
En términos deportivos, Max Verstappen fue el piloto más rápido, a pesar de unos problemas que Red Bull comunicó que eran pequeños y de poca importancia. Oscar Piastri marcó el segundo mejor tiempo, dejando a los Ferrari de Charles Leclerc y Carlos Sainz en tercera y cuarta posición respectivamente. Lewis Hamilton fue quinto, aunque sin montar los neumáticos blandos, mientras Esteban Ocon mandó otro mensaje de aparente fortaleza de Alpine con una inesperada sexta posición. Lance Stroll fue séptimo por delante de George Russell y Yuki Tsunoda, con Fernando Alonso completando el top 10 en un coche que parece funcionar mejor que en Barcelona.
Decepción, una vez más, de Sergio Pérez, que solo pudo ser duodécimo. Y es que, por mucho que los libres sirvan solo para poner a punto las máquinas y los registros deban ser tomados con relativa cautela, la realidad es que una vez más vemos una notable diferencia entre los dos pilotos de Red Bull. Incluso hay quien apunta a una posible cláusula que no garantizaría a día de hoy que el mexicano vaya a estar en el equipo de Milton-Keynes en 2025, a pesar del recientemente anunciado contrato. Por lo pronto, esta tarde tendrá una primera oportunidad competitiva de buscar mandar un mensaje de confianza.