Día histórico en la noche de Las Vegas. Max Verstappen no tuvo opciones de vencer en la ciudad del pecado pero controló sus emociones en todo momento, atacó cuando debía y cedió también cuando lo vio oportuno para proclamarse tetracampeón del mundo. Le bastó una quinta posición justo por delante de su principal rival, Lando Norris. George Russell dominó la carrera en un imperial doblete de Mercedes, subiendo al podio junto a un ascendente Lewis Hamilton y un decente Carlos Sainz.
Todos salieron con medios para arrancar con el asfalto frío a excepción de Fernando Alonso con blandos y Sergio Pérez, Valtteri Bottas y Franco Colapinto con duros (el argentino desde el pit lane). Russell partió bien y defendió su posición de Sainz, a quien superó un veloz Charles Leclerc por fuera tras quitarse a Pierre Gasly por el interior de la primera curva. Verstappen y Norris pasaron a seguir al Alpine mientras Liam Lawson y Kevin Magnussen iban en paralelo en casi toda la segunda mitad del circuito y el neozelandés dejaba atrás al danés entre aspavientos.
Leclerc y Sainz aprovecharon el tapón de Gasly para presionar a Russell en cabeza y el monegasco atacó al líder en meta pero la férrea defensa del Mercedes hizo que Leclerc perdiese tiempo y cediese más tarde ante Sainz. Verstappen adelantó a Gasly y a Leclerc con suma facilidad, fruto en parte del pobre agarre del trazado nocturno. De hecho Leclerc también había perdido posición con Sainz y forzó su prematura entrada en boxes en la décima vuelta junto a Norris.
Sainz y Oscar Piastri cubrieron a sus compañeros de equipo en el 11º giro, perdiendo más tiempo el australiano al ser sancionado con cinco segundos añadidos a su pit stop por colocarse mal en la parrilla. Verstappen paró en la 12 y quedó intercalado entre Bottas y Colapinto pero no tardó en relegarles y escaparse de los Ferrari y Norris, encallados y a la vez perseguidores del Red Bull. Gasly sufrió una mala parada y después reventó el motor de su Alpine, una retirada clave para los puntos del Mundial de Constructores.
Los Mercedes disfrutaban de cierta comodidad y alargaron sus primeras detenciones, entrando Russell en la vuelta 13 y Hamilton en la 14. De hecho Hamilton pasó a Norris en la 17 y encima realizó la vuelta rápida de carrera, confirmando la velocidad de los vehículos alemanes. Todas las peleas de Verstappen, Hamilton, los Ferrari y los McLaren ocurrían mientras rebasaban de forma holgada a aquellos que no habían cambiado gomas como Pérez, Magnussen, Bottas y Colapinto.
Russell tenía diez segundos de ventaja sobre Verstappen, a su vez vigilando a Sainz y un Leclerc a quien atacó Hamilton. Norris quedó muy descolgado y Yuki Tsunoda taponaba en la lucha por los puntos a Piastri, Nico Hülkenberg, Alex Albon y Guanyu Zhou; Albon se retiró a mitad de carrera por un problema mecánico. Alonso y Piastri abrieron la segunda ventana de paradas en la vuelta 26 y Verstappen les siguió para probar a alcanzar a un Russell imbatible.
Leclerc y Hamilton alcanzaron a un Sainz que padecía hasta el punto de pedir que le llamasen a boxes para quitarse los Pirelli. Ferrari pidió un cambio de posiciones, que Sainz cumplió y acto seguido se fue a boxes. Sin embargo el madrileño pareció ir pasado en la entrada a boxes y se fue recto de vuelta a la pista, mientras Hamilton sí cambió ruedas. Más tarde se supo por radio que los mecánicos de Ferrari no estaban listos y por eso Sainz tomó el camino alternativo.
Hamilton llegó a Verstappen con una velocidad muy superior y le adelantó por DRS entre vueltas rápidas. Leclerc y Norris realizaron sus segundas paradas sin dificultades: el monegasco regresó detrás de Sainz y el inglés lo hizo en tierra de nadie, delante de Piastri y con opciones de cazar a un Hülkenberg que no había pasado por boxes por segunda vez y entró poco después. Esteban Ocon, Zhou y Lawson también estiraron sus paradas, permitiendo el RB el paso a su compañero Tsunoda.
Hülkenberg y Alonso también se quitaban de encima a Ocon y Pérez ejecutó un magistral doble adelantamiento a Lawson y Magnussen en busca de los puntos tras rebasar también al francés. Hamilton siguió enlazando vueltas rápidas y recortó la enorme distancia de Russell al frente, dejándola en siete segundos en la noche dorada de las Estrellas Plateadas. Tsunoda era el mejor del resto y aguantó su octava plaza con uñas y dientes respecto a Hülkenberg, rival directo en la batalla económica de la zona media del certamen de Constructores.
Verstappen empezó a tomar trazadas defensivas ante la ofensiva de los Ferrari, de mejor tracción y comportamiento estable en la parte final. Sainz adelantó al Red Bull con una frenada atrevida en la curva 14 y el neerlandés mantuvo cuanto pudo el DRS hasta que cedió y Leclerc le superó a falta de cuatro giros. Hülkenberg también sacó músculo al adelantar a Tsunoda por el octavo lugar y dejar al japonés a merced de Pérez y Alonso.
Russell venció cómodamente por delante de Hamilton y Sainz. Leclerc llegó cuarto y Verstappen finalizó quinto para adjudicarse su cuarto título consecutivo. Norris paró al final y se apuntó el sexto puesto y la vuelta rápida, seguido en puntos por Piastri, Hülkenberg, Tsunoda y Pérez. Alonso, Magnussen, Zhou, Colapinto, Lance Stroll y Lawson cruzaron meta junto a los doblados Ocon y Bottas en un evento de éxito o como mínimo lleno de alternativas y bondades.
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— Formula 1 (@F1) November 24, 2024