A finales del año pasado, en nuestro recuerdo a los Grupo B 30 años después de su abolición en el Mundial de Rallyes, destacábamos que más allá del Lancia Delta S4, Audi Quattro S1 o Peugeot 205 T16, había otros numerosos modelos que habían sido concebidos bajo dicha normativa pero que no habían alcanzado tanta fama, unos en parte porque su vida competitiva fue limitada o que su rendimiento no fue excesivamente destacable.
Uno de los que pasó sin más pena ni gloria fue precisamente el Mazda RX-7 Evo, el cual apenas disputo una docena de pruebas entre 1984 y 1985, con un tercer puesto, el logrado por Ingvar Carlsson en el Rally Acrópolis de 1985, como mejor resultado. El haber pasado prácticamente de inadvertido, en gran parte al no contar con el apoyo pleno del consejo general de la marca, hace que posiblemente estemos ante uno de los Grupo B más accesibles en cuanto a precio por los coleccionistas, especialmente si tenemos en cuenta que algunas unidades ex-oficiales de modelos (con cierto pedigrí) como el Delta S4 están rondando en la actualidad los 800.000 euros.
El próximo 6 de septiembre, la casa de subastas RM Auctions pondrá a disposición de la puja más alta esta unidad del Mazda RX-7 Evo, prácticamente impoluta, que nunca llegó a competir y que estuvo expuesta durante un tiempo en la sede de Mazda UK, después de pertenecer al Mazda Racing Team Europe o a la filial helvética de Mazda, hasta caer en manos de su actual propietario, David Sutton.
Este chasis MRTE 019 fue uno de los pocos RX-7 que fueron finalmente construidos, siete en total, de los veinte que se había planeado ensamblar en un principio. No está en las condiciones de fábrica, pero sí ha sido restaurado para ser igual que los vehículos oficiales. El precio se espera que esté entre los 180.000 y 200.000 euros, todo ello para tener un pedazo de historia, aunque muy pequeño de los Grupo B en la colección. Posiblemente uno de esos modelos que nacieron tarde, debido a la utilización de la tracción trasera en pleno apogeo de los 4×4, pero también uno de los más peculiares gracias al motor Wankel 13b de dos rotores que había bajo el capó entregando unos 300 CV de potencia.
Vía | RM Auctions