En 2022 vio la luz el interesante proyecto que estaba llevando a cabo el piloto de drifting, ‘Mad’ Mike Whiddett, junto a Mazda y que estaba destinado a hacer su aparición en la Subida a Pikes Peak de 2022, la de la edición centenaria de la icónica carrera estadounidense. Sin embargo, las restricciones de viaje, los problemas de tiempo y finalmente la decisión de tener mucho más seguro el proyecto, los llevó finalmente a posponer el debut del oceánico en Colorado Springs.
Suele ser habitual que ante una alteración así en el programa, muchos de estos proyectos pueden caerse y finalmente desecharse por completo, sin embargo, ha sido muy gratificante ver a ‘Mad’ Mike recientemente rodar en el trazado de Okayama como previa antes de viajar a California para hacer los últimos preparativos antes de la carrera que se celebrará el próximo mes de junio.
El Mazda3 está afrontando un intenso programa de pruebas en lo que sin duda será una buena oportunidad publicitaria para todos aquellos que tomen parte de la carrera, especialmente si tenemos en cuenta con que esta 101ª edición de la Subida a Pikes Peak ya ha confirmado una buena presencia de equipos, entre ellos uno conformado por Alpine y el de Ford con la SuperVan4 y Romain Dumas al volante. Whiddett también aparece en la lista de inscritos de este 2023, encuadrado dentro de la clase ‘Exhibition’ en la que también destacan Rhys Millen con un BMW M8 o Tanner Foust con el espectacular Lotus Radford Type 62-2.
Sin embargo, como ya hemos destacado en el pasado, en Diariomotor somos unos enamorados del sonido del motor Wankel y es por eso que el Mazda3 que llevará ‘Mad’ Mike se ha ganado el derecho a ser uno de los vehículos a seguir durante la ‘cronoescalada’ a Pikes Peak este año. Son 1.200 CV de potencia declarada generados por esos cuatro rotores que conforman la mecánica de un modelo que se espera que monte neumáticos slicks y que luce una aerodinámica espectacular diseñada específicamente para dicha prueba.
No podían faltar esas salidas del escape directamente en el capó motor, evitando de esta forma que se pueda alterar la carga aerodinámica generada por el difusor posterior, algo que nos permitirá además apreciar las llamaradas brotar durante su intentona. Pensar en si será o no capaz de plantar cara al récord actual del Volkswagen ID R Pikes Peak parece cuanto menos descabellado, ni tampoco parece que Mazda esté persiguiendo dicho objetivo. Eso sí, es el gran candidato a ser el sonido de este año con ese peculiar sonido metálico, casi perezoso a ralentí, que suena con una agresividad sin compasión cuando es exprimido a base de pedal derecho.