Sí, ya lo sé. Los comentarios que genere este artículo están condenados a acabar en la misma discusión de siempre sobre Fernando Alonso. Pero te pido un par de minutos de atención y paciencia sólo para expresar lo que se me vino a la mente este pasado fin de semana viendo las citas de la IndyCar Series en Iowa: éste puede ser el año. Desde luego será difícil. Y Fernando Alonso no partirá como máximo favorito (ni este año, ni nunca) a la victoria en las 500 Millas de Indianápolis. Pero hay margen para el optimismo no excesivamente triunfalista a un mes de que se dispute la prueba más célebre de los monoplazas en Estados Unidos… si el coronavirus lo permite.
Dado que no todo el mundo tiene por qué seguir la actualidad de la IndyCar, lo primero que debemos señalar es que Fernando Alonso realizará un tercer asalto a Indianápolis con McLaren. Con una McLaren distinta a la de 2017 y 2019, eso sí. Después del escandaloso fracaso de la temporada pasada, donde una estructura propia tan sólo asesorada de lejos por uno de los peores equipos de la parrilla (Carlin, que curiosamente desde entonces se ha puesto las pilas) hizo el ridículo, McLaren podía arrojar la toalla o lanzar el órdago a la grande. Optó por lo segundo y se alió con ARROW y Schmidt Peterson Motorsports.
No es Penske, Ganassi o Andretti pero sí se trataba de una estructura sólida y competitiva, siendo la mayor duda cómo le afectaría el obligado paso de motores Honda a Chevrolet. Dadas las dudas de Fernando Alonso tanto sobre si comprometerse a tiempo completo en la IndyCar como si seguir con McLaren o esperar a Andretti, McLaren apostó por la savia nueva y se hizo con los servicios de dos de los jóvenes más prometedores al otro lado del charco: Patricio O’Ward, con ganas de reivindicarse tras el fallido paso por Red Bull, y Oliver Askew. Y Alonso terminó cayendo a principios de año como tercer coche en Indianápolis, algo que en poco trastoca los planes del equipo, pues los hombres de Sam Schmidt siempre han alineado tres coches allí.
A un equipo ya consolidado y acostumbrado al reto de Indianápolis, que sabe lo que tiene que hacer para poner en pista tres coches competitivos, se suma la inyección de dinero y talento procedente de Woking. Han firmado a mecánicos e ingenieros de medio paddock, siendo Craig Hampson el más relevante y mencionado cuando Fernando Alonso finalmente se comprometió con Arrow McLaren SP para 2020. Y no son pocos los recursos humanos y materiales que McLaren ha transferido de Fórmula 1 a IndyCar en previsión de lo que ocurrirá por la implementación del tope presupuestario en la máxima categoría.
Pero todo esto entra sólo en el apartado de lo prometedor. También sonaba bien lo de 2019 y acabó como acabó. ¿Por qué deberíamos creer que Fernando Alonso tendrá sus opciones en la 104ª edicion de las 500 Millas de Indianápolis? Pues porque McLaren se ha mostrado tan competitiva en pista como despierta a nivel de estrategia en el inicio de temporada de las IndyCar Series. Patricio O’Ward marcha cuarto en la clasificación general (por delante de cualquier piloto de Andretti, por ejemplo) y el equipo ha dado ‘al palo’ en las tres últimas carreras: O’Ward se quedó sin gomas en Mid-Ohio y acabó segundo, Askew y el mexicano fueron tercero y cuarto en la primera de Iowa al apostar por montar goma fresca en la recta final y sólo un error en boxes, innumerables en todos los equipos durante este arranque de la IndyCar, alejó a O’Ward de luchar codo con codo con Josef Newgarden por el triunfo en la segunda. McLaren no ha ganado pero está al caer.
Lógicamente aún no hemos visto de qué son capaces en Indianápolis, con configuración de alta velocidad. Pero pinta estupendamente y si algo sabemos de las 500 Millas es que tan importante como ser rápidos es clavar la estrategia. Esto va de comprar boletos para la lotería y hoy por hoy McLaren se acerca mucho a los que más suelen tener en el Brickyard. Luego la pista dictará sentencia y cualquier incidente durante los entrenamientos podrá trastocar la planificación, pero yo no dudaría en apostar por un gran resultado de McLaren este año. Y con un coche competitivo entre manos al menos sabemos que espectáculo ofrecerá el asturiano. Sólo queda esperar que pueda entrar en Estados Unidos y que la carrera se dispute en la fecha prevista.
Foto | IndyCar Series