Desde ya Zak Brown, jefe de la escudería McLaren, indica que no está planteado cambiar el color papaya para la próxima temporada, a pesar de que el equipo regresará a ser cliente de Mercedes. McLaren y Mercedes fueron socios desde 1997 hasta el 2009, posteriormente los alemanes vendieron sus acciones y la relación se mantuvo de la forma proveedor y cliente hasta la temporada 2014. Los colores plateado y negro se relacionan con la última era exitosa de McLaren, cuando alcanzaron tres títulos de pilotos y uno de constructores.
Según la opinión de Brown, el ciclo con la pintura plateada finalizó y en su gestión se decidió utilizar el color tradicional que identificó a la escudería desde 1968 hasta 1972, cuando Bruce McLaren era uno de sus pilotos. En este caso, el retorno a Mercedes será el tercer cambio de proveedor de motores desde el 2015 y ahora Brown espera que con esa decisión se presente cierta estabilidad, pero no se contempla nada más de los alemanes, puesto que la prioridad de los de Stuttgart está en su propio equipo de fábrica.
McLaren no ha podido regresar a sus tiempos de gloria ni con Honda ni con Renault. El retorno a Mercedes trae cierto aire de esperanza puesto que su última victoria fue en 2012, cuando Jenson Button se impuso en Brasil con el MP4-27 propulsado por el motor V8 alemán FO 108Z, desde entonces McLaren no ha sido contendiente a las victorias. Es de suponer que en este retorno de McLaren junto a Mercedes sea utilizado por Brown para atraer importantes patrocinadores, tarea que se le ha hecho cuesta arriba al norteamericano desde que asumió su cargo.
En palabras de Zak Brown:
Nos encanta el color papaya y creemos que el coche se ve muy bien este año. No hay plateado en nuestro futuro. El área más importante para nosotros ahora es la confiabilidad. No estábamos donde queríamos estar el año pasado. Obtuvimos más potencia el año pasado, pero definitivamente la unidad debe ser más confiable.
Vía | Motorsport Total
