Tras el anuncio de la contratación de Rob Marshall como director técnico para las próximas temporadas, desde McLaren han comunicado que también necesitan de una mayor influencia en su proveedor de motores para 2026 puesto que la arquitectura y distribución de elementos de la unidad de potencia debe ir en sintonía con el chasis y la aerodinámica, de lo contrario se compromete la competitividad del conjunto. Andrea Stella, jefe de la escudería, explicó que justamente ese es el principal problemas de ser cliente y por tal razón desea abordar estrategias para transformar esa situación.
Stella indicó que uno de los objetivos a tratar con su proveedor de 2026 es influir en el diseño del V6 y sus accesorios, sin embargo, si se mantiene la relación entre McLaren y Mercedes, es difícil imaginar que los alemanes van a permitir que un cliente les sugiera hacia dónde deben dirigir sus esfuerzos cuando la prioridad de Mercedes es ganar con su propia escudería. En tal sentido, Stella se conformaría con que su proveedor escuche a McLaren y le conceda garantías de que todos se van a beneficiar con el motor puesto que es factible que al entrar en vigencia nuevas reglas se presenten discrepancias en varios sentidos.
Añadió que antes de firmar con el proveedor de 2026 procederá a advertir que si no existe tal flexibilidad en el trato y no se demuestre eficiencia en el motor, entonces se incluya una clausula para que McLaren se libere de la sociedad en cualquier momento. Para Stella es necesario que se cumplan ciertas pautas en vista de la cantidad de ofertas que estarán disponibles en el mercado. Aclaró que McLaren no está en vías de convertirse en escudería oficial de algún fabricante, al menos a mediano plazo, sin embargo le resulta relevante que los planteamientos realizados en las conversaciones entre proveedor y clientes se hagan realidad.
En palabras de Andrea Stella:
McLaren debe garantizar que si realiza algún trato para 2026 tenga suficiente espacio para influir en el diseño de la unidad de potencia para que no se quede atrás desde el punto de vista de la competitividad. Lo ideal es estar en una posición en la que puedas influir en todos los parámetros. Creo que hay dos categorías. La primera es la disposición, es decir, la forma en que integras el motor con el chasis, y el otro punto son los parámetros de rendimiento, que es cómo hacer funcionar el motor.
Vía Nextgen Auto
