Posiblemente se pueda decir que estamos frente a una de las temporadas del Mundial de Fórmula 1 más polémicas incluso antes de comenzar. La de 2020 será recordada como una de las campañas en las que más se ha hablado fuera de las pistas y el aplazamiento de la competición debido a la pandemia no ha hecho otra cosa más que dar tiempo para que se siguieran acrecentando las mismas entre bambalinas. Si se comenzó con el DAS de Mercedes-AMG F1 y la decisión de la FIA de dar carpetazo al asunto de los motores Ferrari de forma discreta y con un acuerdo secreto que hizo que todos los equipos suministrados por los motoristas rivales se unieran para protestar juntos.
Aunque esto quedó silenciado con el paso de las semanas y el estallido del COVID-19, para muchos sigue siendo un tema no resuelto incluso después de que las conversaciones de los últimos días hayan girado siempre en torno a la supervivencia del campeonato y la gestión de crisis que pueda venir unida al mismo. Si la FIA y Liberty Media habían elogiado el compromiso entre todas las partes con el objetivo de que la Fórmula 1 saliera adelante, la situación parece haberse dado la vuelta cuando algunos fabricantes incluso han apuntado a la necesidad de bajar el techo presupuestario incluso por debajo de los 100 millones de dólares.
Ferrari reaccionó a estas peticiones, apuntando a que si se decidía bajar aún más el techo de gasto se plantearían el tomar parte de otras competiciones, asegurando que el campeonato “debe ser atractivo para los fabricantes de automóviles y los patrocinadores que desean vincularse a esta categoría más prestigiosa. Si restringimos los costes en exceso, corremos el riesgo de reducir el nivel considerablemente”.
La nueva demanda de rebajar el techo presupuestario a 135 millones de euros es muy exigente respecto a lo que se estableció el junio pasado, 160 millones de euros. Es algo que no se puede lograr sin sacrificios significativos, sobre todo de recursos humanos. Si quieren reducir aún más, quizá ello nos colocaría en posición de buscar otras opciones donde mostrar nuestro ADN de competición – Mattia Binotto en ‘The Guardian‘
En esos momentos, el responsable de la Scuderia Ferrari apuntaba a que “este no es el momento de reaccionar rápidamente, ya que existe el riesgo de tomar decisiones sin evaluar claramente todas las consecuencias. No se debe olvidar que las empresas juegan un papel en el tejido social de una nación”. Apuntaba de esta forma a la responsabilidad que tenía Ferrari dentro de Italia, uno de los países más golpeados por la pandemia, así como con sus empleados. Muchos tomaron esta palabra como una posible amenaza de dejar la Fórmula 1, pero también se podría adoptar como la posible vuelta a Le Mans por parte de la firma transalpina.
McLaren cree que Ferrari no es insustituible para la F1:
Uno de sus posibles rivales tanto en el IMSA como en el WEC, McLaren, ha reaccionado solo unos días más tarde a estas palabras de Binotto, dejando entrever en este caso que en las discusiones que se están sucediendo estos días de forma telemática se ha vuelto a plantear que los presupuestos pudieran caer por debajo de los 100 millones de dólares, algo a lo que Ferrari habría vuelto a dar la espalda por los deberes éticos que mencionaba Binotto, algo que ha obtenido respuesta pública del propio Zak Brown: “Estoy a favor de respetar los deberes éticos y hablando de ética… creo que sería genial que Mattia nos comparta los detalles del acuerdo secreto al que llegaron sobre la supuesta ilegalidad de sus motores”.
Estamos en una situación en la que, si la Fórmula 1 sigue sus viejos hábitos, todos estamos en riesgo extremo para el futuro de la F1. Y creo que, si pensamos en el futuro y nos adaptamos a los tiempos, no sólo podemos sobrevivir a lo que está pasando ahora, sino que en última instancia creo que el deporte puede prosperar y todos ganamos. Estoy a favor de un debate saludable. Pero creo que los comentarios que veo no cuadran, se contradicen y no reflejan con exactitud lo que creo que es la realidad – Zak Brown en Motorsport.com
La puntilla por parte de los responsables de los de Woking ha llegado precisamente a esa posibilidad de que Ferrari estuviera amenazando con marcharse de la Fórmula 1 si no se cumplen sus requisitos (hoy mismo la FIA ha aprobado el cambio en el Código Deportivo Internacional para poder hacer cambios en el reglamento sin necesidad de decisiones unánimes y únicamente con mayoría), con un sonoro “otros ocuparían el lugar de Ferrari”.
No me gustaría ver a Ferrari salir de la Fórmula 1. Lamentaría que alguien tuviese que abandonar el deporte y eso es algo que no queremos que suceda. Dicho esto, creo que la F1 puede sobrevivir incluso con 18 coches en la parrilla y creo que hay otros fabricantes que pueden cubrir los espacios libres si Ferrari decide irse
