Mercedes AMG F1 ya no oculta que tiene un problema con los canteranos. Al igual que sucede en los equipos profesionales de deportes del balón, con los titulares consolidados, los jóvenes que vienen de la cantera se encuentran con pocas posibilidades de sumar minutos en competición. En el caso de la escudería de la estrella, a las puertas del hospitality están llamando nombres como los de George Russell, Esteban Ocon y Pascal Wehrlein, estos dos últimos ya con un importante bagaje en las carreras del Mundial de Fórmula 1.
El propio Toto Wolff ha reconocido en una entrevista reciente a la web oficial del campeonato que el programa de jóvenes pilotos de Mercedes puede que necesite ser revisado en el caso de que sus prometedores jóvenes pilotos no encuentren un asiento para la próxima temporada. En el caso de vencer en la Fórmula 2, Russell no podrá repetir en las series teloneras de la Fórmula 1, mientras que con el programa del DTM llegando a su fin y con el de la Fórmula E preparándose para su entrada en la temporada 6 (2019-20), las salidas parecen más bien pocas para los que están llamados a ser el recambio de Lewis Hamilton.
Según reconoce el portal de la Fórmula 1, Ocon sigue a la espera de un nuevo vuelco del mercado, especialmente en el caso de que Sergio Pérez pueda cambiar de planes y preferir partir a HAAS (según el mexicano, McLaren también contactó con él) en lugar de permanecer en Racing Point Force India para la nueva etapa de la escudería. En el caso de que no salte esta sorpresa, es Williams, tal y como destacábamos el pasado miércoles, la que puede ser la única vía para el francés. La situación de Pascal Wehrlein es incluso más peliaguda, más si tenemos en cuenta que Toto Wolff ha comenzado a explorar otras opciones sabedor de que se les acaba el tiempo y que las piezas del puzle comienzan a encajar en todos los equipos salvo las de sus pilotos.
Si no podemos encontrar una solución para estos tíos, debería cuestionarme el programa junior de Mercedes en el futuro. Tal y como están las cosas, hay tres jóvenes muy talentosos con una escasez de oportunidades, y esto ha llegado a un punto en el que debemos decidir qué queremos hacer en el futuro. Financiar un equipo junior no es una opción, porque habría que poner 80, 90 100 millones [euros] en un equipo cada año solo para entrar. Y por otro lado, si los conductores son estigmatizados como conductores de Mercedes, no parece ser la propuesta más atractiva.
Con dicha opción de un equipo B descartada (situación como la que Red Bull Racing ejerce con la Scuderia Toro Rosso), Wolff ha valorado otras opciones menos agradables como el cierre de su programa de jóvenes pilotos o una que ya se ha repetido en otras ocasiones y con la que por ejemplo Ferrari ya se mostró partidaria: obligar a los equipos grandes a tener un tercer monoplaza para sus talentos júnior.
Si no se puede encontrar un lugar para ellos en la Fórmula 1, no tiene mucho sentido. [Eliminar el programa junior] sería una lástima en términos del nivel de pilotaje en F1, y lo discutiré con el consejo y la administración al final del año. Danos un tercer monoplaza, haz obligatorio llevar un joven piloto allí, con un máximo de dos años en ese coche. Los costos no serían enormes, la parrilla estaría a rebosar, y tendríamos espectáculos fantásticos de nuevos jóvenes peleando duro con los Valtteris y Lewises de este mundo y quizás sorprendiéndonos. Pero tener otro equipo solo para tener un lugar para nuestros jóvenes conductores no tiene sentido para nosotros.