Mercedes AMG F1 prolonga su monologo en la era híbrida el día en que Ocon le robó otra victoria a Max Verstappen

A pesar de que la lluvia finalmente no hizo acto de aparición, el Gran Premio de Brasil nos ha dejado una carrera muy entretenida, especialmente por la buena versión de los monoplazas de Red Bull Racing a la que asistíamos desde el inicio de la carrera. Todo parecía indicar que la victoria en el Autódromo Hermanos Rodríguez  tuviera continuidad en el caso de Max Verstappen, pero un grave error de Esteban Ocon cuando ya estaba doblado dejaba la victoria en manos de Lewis Hamilton y terminaba por cerrar el título de fabricantes también para Mercedes AMG F1.

Los Ferrari, con los neumáticos mas duros en parrilla no podían contener a los pilotos que tenían detrás, especialmente Vettel, el cual apuraba la frenada y bloqueaba la rueda delantera izquierda al tratar de tapar el interior en la primera curva a Valtteri Bottas. No lo lograría el germano, permitiendo que los dos Mercedes pasaran a liderar la carrera mientras que Max Verstappen y Kimi Räikkönen protagonizaban su propia batalla, con el holandés superando al finlandés y el Campeón de 2008 devolviéndosela solo una vuelta más tarde.

Con duelos en prácticamente todos los puntos de la parrilla también asistíamos a los primeros toques, empezando ya desde la primera vuelta, en la que un contacto entre Marcus Ericsson y Kevin Magnussen que dejaba el Alfa Romeo Sauber muy tocado y obligaría al sueco a tener que abandonar solo unas vueltas más tarde después de sufrir un trompo. Con los neumáticos más gastados era imposible mantener el monoplaza en pista con la parte lateral del suelo y de los bargeboards muy dañados.

Not sure Sainz and Hulkenberg like each other too much? pic.twitter.com/6cNMIPC8Jl

— Nick Bromberg (@NickBromberg) November 11, 2018

También saltaban chispas entre los dos hombres de Renault Sport F1 Team, con Nico Hülkenberg atacando la posición de Carlos Sainz Jr. y con el madrileño defendiéndose deforma agresiva del alemán antes de afrontar el último sector. A partir de ese momento la atención la copaban los pilotos que luchaban por la victoria, con Max Verstappen aprovechando que los Ferrari no podían hacer nada para tapar al Red Bull en el inicio de la carrera con su elección de neumáticos. En dos vueltas el piloto ganador del pasado Gran Premio de México ya estaba en tercera posición y arañando tiempo a las flechas de plata.

Charles Leclerc, sexto provisional gracias al toque entre Ericsson y Magnussen era presa fácil de un Daniel Ricciardo en plena remontada, mientras que en las posiciones más retrasados los McLaren comenzaban a asumir que los puntos, sin lluvia, eran una utopía. Alonso era superado por Esteban Ocon en la 15ª vuelta, con el asturiano cayendo posiciones hasta ocupar la última entre los monoplazas en pista después de que los de Woking tuvieran problemas en la parada del ovetense y que este fuera superado incluso por Stoffel Vandoorne. Muy enfadado, el bicampeón quiso que el equipo no se comunicara con él en la segunda parte de la prueba, fase en la que conseguiría adelantar a Lance Stroll y Sergey Sirotkin para evitar el farolillo rojo.

Apenas superado el primer tercio de la carrera, los Mercedes paraban en el pit-lane para montar el compuesto medio, neumáticos que no le terminarían de reportar buenas sensaciones. En esos momentos parecía que la carrera estaba muy a favor de la cabalgada de Max Verstappen, la cual continuaría incluso después de su lenta parada en la vuelta 36. La gestión de los neumáticos del RB14 se había mostrado impecable, con Vettel parando en la 30 para poner el medio y dejando posteriormente pasar a un Kimi que tenía más ritmo (el finlandés le pasó al inicio después de un error de Sebastian).

Para entonces Nico Hülkenberg ya estaba fuera de carrera por problemas de motor, segundo abandono del día y último, sin embargo, todas las miradas se centraban en la lucha entre Verstappen y Hamilton en la que el holandés conseguía superar al británico gracias a que el neumático blando era más competitivo que el medio gastado. El contacto de Max con un Esteban Ocon que trataba de desdoblarse dejaba al de Red Bull sin liderato y entregaba la victoria al ya cinco veces Campeón del Mundo en Fórmula 1 que ayudaba a Mercedes a dar el paso hacia el tan peleado certificado del título de constructores. El francés de Force India recibiría vueltas más tarde la sanción de un Stop&Go de 10 segundos, la máxima sanción previa a la exclusión.

Las posiciones no cambiarían mucho entre los tres primeros, con Hamilton y Verstappen manteniendo hasta la bandera a cuadros las dos primeras posiciones y con Kimi Räikkönen sin poder acercarse al de Red Bull pero asegurándose otro podio. Daniel Ricciardo conseguiría superar a Valtteri Bottas y un desdibujado Vettel que terminaba sexto. Leclerc terminaba a espaldas del que será su compañero en 2019, con los HAAS F1 Team sumando los puntos de las octava y novena plazas y con Sergio Pérez cerrando las posiciones con derechos a puntos. Carlos Sainz era 12º, justo entre los dos Toro Rosso, mientras que Vandoorne terminaba por delante de un Fernando Alonso que finalmente sería 16º.

Cerraba Mercedes de esta forma su quinto año de dominio absoluto de esta Fórmula 1, consiguiendo desde la llegada del actual reglamento técnico en 2014 con las unidades de potencia híbridas todos los títulos mundiales tanto de pilotos (uno para Nico Rosberg, cuatro para Lewis Hamilton) y el pleno en lo referente a campeonatos mundiales de constructores. Les costó ganar cuatro carreras, pero desde el Gran Premio de Azerbaiyán han sido hasta 10 victorias las conseguidas por el británico en lo que llevamos de 2018.

Clasificación del Gran Premio de Brasil 2018: