Presentado en 2015, pese a ser todavía extremdamente competitivo, al Mercedes-AMG GT3 le iba tocando una nueva puesta a punto para enfrentarse a los revisados competidores de Audi, Porsche, Bentley o Nissan. Y aprovechando el tirón de las 24 Horas de Nürburgring la casa alemana ha presentado la última evolución de su exitoso coche carreras-cliente, en el que más que rendimiento se ha pretendido buscar un atractivo aún mayor para sus equipos privados.
La nota de prensa no engaña. De hecho es bastante explícita: «más allá de su potencial competitivo, los aspectos económicos son uno de los criterios de decisión más importantes para los equipos». De este modo la versión 2020 busca reducir el coste de mantenimiento, ofreciendo un mayor kilometraje entre revisiones de motor. También se han introducido mejoras en la parte frontal del Mercedes-AMG GT3 para que los pequeños toques habituales en cualquier carrera de GT impliquen menos problemas mecánicos.
Igualmente se ha trabajado de cara a ofrecer una mayor comodidad tanto para pilotos como equipos. Incluirá sistemas de reglaje rápido para el splitter delantero y el alerón trasero, se ha mejorado la adquisición de datos, ahora totalmente digitalizada y se ha desarrollado toda la electrónica para que el pilotaje sea aún más adaptado a las necesidades de los gentlemen drivers, que al y al cabo son los que sostienen gran parte de la categoría GT3.
La idea de Mercedes es que su nuevo GT3 complete un test de 30 horas y dispute varias carreras sin homologar de aquí a finales de año de la mano de HWA y algunas estructuras privadas.
