Tanto Toto Wolff como Andrew Shovlin manifestaron que tras lo visto en Imola deben tomar una decisión en cuanto al concepto del W13 porque no solamente Red Bull y Ferrari cada vez se alejan más en la tabla de constructores sino que hasta sus propios pilotos se han quejado públicamente de lo problemático que resulta el monoplaza, inclusive George Russell, quien finalizó cuarto en la carrera, comunicó que las vibraciones le provocaron dolores en la espalda y en el pecho. Ante todo este panorama, desde Mercedes establecieron un plazo de dos grandes premios en el cual evaluarán algunas propuestas técnicas con respecto al W13.
Shovlin, director de ingeniería en pista, no pudo disimular el mal desempeño que ha tenido el equipo este año puesto que vienen de alcanzar el título de escuderías y nunca esperaron actuaciones tan deficientes. El W13 resultó el diseño más radical en esta nueva era, pero esa apuesta tan arriesgada hasta ahora no parece acertada, no luce como una base adecuada porque los ingenieros no han podido minimizar el efecto marsopa y hasta no llegar a ese punto no podrán avanzar en el resto del desarrollo. El tiempo atenta contra el programa y Mercedes debe mostrar avances en Miami y en Barcelona ya que si no lo hace la distancia con respecto a sus rivales será insalvable, así que deberán resignarse y dar la temporada por perdida.
Por su parte, Wolff sí se refirió al diseño del W13 y asomó la posibilidad de calificarlo como concepto defectuoso si aplican distintas soluciones y aún así no funciona. A estas alturas de la temporada es evidente que la introducción de los pontones laterales tan pequeños fue un grave error porque justamente en esa zona se refuerza el piso. En el área técnica de Mercedes interpretaron las reglas de una forma muy particular y se arriesgaron por ir en un camino distinto al convencional. Ahora se encuentran con que no pueden alcanzar la estabilidad en pista porque el efecto suelo provoca el marsopeo y para corregirlo se debe modificar el concepto de los pontones y el piso, lo que compromete la aerodinámica de otras zonas del monoplaza.
Señaló que, aunque no es ingeniero ni aerodinamicista, el concepto de Ferrari con sus grandes sidepods, semejantes a bañeras para bebés, fue la elección correcta y lo han demostrado desde que inició la temporada, en cambio en Mercedes optaron por ir en la dirección contraria y lo están pagando con resultados mediocres. El W13 carece de superficies que sirvan de soportes para darle más solidez a la rigidez del piso, por tal razón vibra tanto el coche. Wolff está abierto a admitir que lo diseñado en Brackley no se adapta a las reglas, pero debe existir al menos elementos positivos y eso es lo que van a analizar en las próximas carreras.
En palabras de Toto Wolff:
Simplemente no funciona con las regulaciones. Todo lo bueno y lo malo ocurre principalmente en el piso y tenemos ideas y conceptos interesantes que estamos explorando. No necesariamente vamos a tirar a la basura todo porque hay áreas fundamentales que no nos permiten desbloquear el potencial que creemos que está en el monoplaza. Creíamos que esta era la línea de desarrollo que necesitábamos tomar, es un punto bastante complicado. Solo se pueden reducir las pérdidas hasta el próximo año si se entiende dónde nos equivocamos, porque en este momento simplemente no lo entendemos, todavía no. No puedo decir si el concepto es defectuoso; no entiendo mucho de aerodinámica.
Vía | PlanetF1