¿Quién está peor? Parecía que iba a ser un invierno tranquilo a tenor de lo pronto que se habían cerrado los asientos de cara a la temporada 2020, sin embargo, el largo parón entre campañas ha llevado a la Fórmula 1 a sacar toda la artillería respecto al estado de los equipos. En el caso de Mercedes-AMG F1, el año ha comenzado con rumores de venta e informaciones internas acerca de problemas de rendimiento en su motor, mientras que en Ferrari pronto se apuntó a la opción de que el monoplaza de esta temporada pudiera haber nacido fallido sin ni siquiera haber tocado el asfalto.
La firma de la estrella ha sido la última en apuntar a problemas con respecto al nuevo coche después de que Andy Cowell, director del departamento de motores del equipo alemán, apuntara a «algunas preocupaciones» en lo referente a la Unidad de Potencia. Obviamente nadie puede esperar que los dominadores de la era híbrida en el Mundial de Fórmula 1 vayan a revelar públicamente cuáles son sus debilidades, pero sí es una forma de curarse en salud antes del inicio de los test invernales.
Están sucediendo muchas cosas en Brixworth con un gran progreso en la Unidad de Potencia, ya sea en el lado de la batería o en el motor de combustión interna. Como siempre, nos enfrentamos a algunos problemas y todavía queda mucho trabajo por hacer… Todavía tenemos que desarrollar el hardware para que esté listo para las pruebas, con la presentación del automóvil programada para el 14 de febrero, luego será el momento de tomar la dirección de Barcelona para los 6 días de test antes de viajar a Melbourne: tenemos una gran cantidad de esas partes ya hechas, ensamblajes juntos y luego enfrentarnos al desafío de llevar todo al otro lado del mundo.
También la Scuderia Ferrari oculta sus cartas:
Después de que el prometedor invierno de 2019 (especialmente la primera semana) no diera los resultados durante la campaña que se esperaban, con apenas tres victorias conseguidas por sus pilotos y la imposibilidad de luchar con Lewis Hamilton hasta la fase final del año, ahora los de Maranello parecen estar completamente enfocados en llevar el rendimiento de su monoplaza cuando realmente importa, en el momento en que se reparten puntos.
Sorprendidos por la rapidez con que Mercedes reaccionó al traer sus especificaciones B ya en la segunda semana de test invernales, en Ferrari se ha agarrado a un discurso de perfil bajo, e incluso desde Alemania se apunta a que habría sido Ferrari la que habría filtrado que los primeros datos obtenidos en las simulaciones no eran nada prometedores. El «proyecto 671″, según el código interno de la Scuderia Ferrari, parecía que podría afrontar un problema de concepto aerodinámico después de haber intentado utilizar una configuración mucho más agresiva en cuanto al rake como forma de encontrar más estabilidad y un mejor paso por curva.
El juego de los trileros siempre se ha dado en el automovilismo, aunque en el caso de las escuderías de cabeza, pocas son las veces en las que se confirman unas previsiones tan negativas desde el inicio. Por si fuera poco, será un año especialmente delicado en materia de pilotos. Dependiendo del resultado de Sebastian Vettel, el germano podría salir a finales de 2020, año en el que precisamente cumple su contrato con la Scuderia, mientras que en Mercedes todavía no se ha cerrado el futuro de ninguno de sus actuales competidores de cara a 2021.
