El Gran Premio de Hungría volvió a ver el concepto que ha dado durante buena parte de sus más de 30 años de historia: una carrera mayormente estática que ganó en acción con los giros estratégicos. Max Verstappen apuntó la victoria desde su primera pole position pero no contó con la presión de Lewis Hamilton, que se mantuvo cerca en todo momento y cuyo equipo ejecutó una segunda parada que resultó decisiva. Hamilton acabó adelantando a un Verstappen con neumáticos gastados para obtener su octava victoria de la temporada, cerrando Sebastian Vettel el podio en un duelo de ruedas cambiadas en el seno de Ferrari.
Verstappen cubrió a Valtteri Bottas y a Hamilton en la salida, maniobrando el inglés al límite para adelantar a su compañero en la curva 3. Ambos Mercedes se tocaron ligeramente (la rueda de Hamilton con el alerón de Bottas) y el finlandés perdió un lateral del alerón delantero en un toque con Charles Leclerc, viéndose obligado a entrar en boxes tras ser superado por los dos Ferrari. Mercedes alargó la detención de Bottas lo máximo posible y el ex campeón de GP3 lo aprovechó para marcar vueltas rápidas con gomas duras, mientras Hamilton se mantenía vigilante a dos segundos del líder Verstappen.
Carlos Sainz, Lando Norris y Kimi Räikkönen se beneficiaron del uso del neumático blando a diferencia del medio que usó la mayoría y pasaron en la arrancada a un lento Pierre Gasly, a su vez muy por delante de Romain Grosjean. Nico Hülkenberg, Sergio Pérez y el dúo de Toro Rosso peleaban por el último punto y el alemán se quejó de falta de potencia del propulsor Renault en las rectas. Daniel Ricciardo empezó con neumáticos duros una remontada paciente pero efectiva que le llevó a rebasar a Antonio Giovinazzi, Lance Stroll y un excelente George Russell; Bottas seguía el camino del australiano con la misma calma.
Daniil Kvyat adelantó a su compañero Alexander Albon en un breve e interesante duelo donde nadie cedió en todo el primer sector: el ruso lo intentó en la primera curva y en la tercera, aguantando el tailandés en paralelo hasta salirse a la escapatoria de la asfaltada y sucia curva 4. Pérez realizó el undercut con éxito y salió de su parada por delante de Grosjean y Kevin Magnussen no podía seguir a los Toro Rosso, quedando relegado a aguantar a los ascendentes Ricciardo y Bottas. Kvyat también salió por delante de Grosjean en boxes y dejó al descubierto el mal ritmo en solitario de los Haas, condena del equipo estadounidense en varias carreras.
Verstappen empezó a impacientarse con una pérdida de agarre en los neumáticos e intentó ampliar la ventaja respecto a Hamilton con el buen uso de los pilotos doblados, principalmente de un Pérez poco hábil en la chicane. Entró el holandés en la vuelta 26 para montar la goma dura pero salió detrás del grupo de Russell, Stroll y Giovinazzi, forzando a Hamilton a seguir en pista con unas ruedas que el pentacampeón consideró en buen estado. Entró el británico en la vuelta 32, una parada lenta que le hacía salir muy por detrás de un Verstappen de ritmo soberbio.
Gasly y Norris pararon en la vuelta 29 y el de Red Bull salió delante del grupo de Magnussen, Ricciardo y Bottas, siendo perjudicado el inglés por una detención lenta que le dejó entre los pilotos de Renault y Mercedes. Sainz y Räikkönen pasaron sin dificultades por el pit lane, poniendo el finlandés ruedas blandas a diferencia de las duras habituales y abriendo el camino para los pilotos que no habían entrado (Vettel, Hülkenberg, Magnussen y Ricciardo). Los de Renault perdían posiciones con Räikkönen y Bottas, que también superó a Magnussen con rueda medias tan desgastadas como las duras del piloto de Mercedes.
La estrategia de Hamilton con gomas nuevas funcionó y dos vueltas rápidas en las que recortó dos segundos en cada una a Verstappen le situaron encima del neerlandés. Llegó Hamilton a ponerse en paralelo en el primer sector e intentó un adelantamiento audaz en la curva 4, saliéndose lo justo del asfalto para que Verstappen mantuviera el liderato. Vettel montó neumáticos blandos e intentó recortar la diferencia de su compañero Leclerc, a la vez que Sainz aguantaba a Gasly con la misma estrategia y Bottas cambiaba los duros ya triturados por un juego de blandos que le permitiría atacar.
Mercedes probó un undercut con Hamilton y le puso ruedas blandas en la vuelta 49, forzando a Red Bull a decidir rápidamente el destino de Verstappen. El equipo austriaco decidió mantener a su piloto sobre el asfalto y éste respondió aguantando bien inicialmente las acometidas de Hamilton, perdiendo algunas décimas por vuelta y manejando un margen de 20 segundos. Las vueltas rápidas de Hamilton le acercaban a Verstappen y el de Mercedes pudo recortar más de un segundo por vuelta en una pelea que prometía por lo menos una caza del segundo al primero.
Las diferencias de un segundo se convirtieron en un segundo y medio con el paso de los giros, Verstappen sin poder bajar del 1:20 y llegando al 1:21 con unas ruedas medias al límite que llegó a declarar como «muertas» en la radio. Siguió Hamilton con su eficaz presión rodando en 1:18 de forma constante y alcanzando al líder a falta de cinco giros, rebasándole con la ayuda del DRS y una potente frenada en el exterior de la primera curva en la vuelta 67 de 70. Verstappen no pudo seguir con las ruedas gastadas y entró en el antepenúltimo giro para poner blandas en busca del punto extra de la vuelta rápida.
Hamilton ganó de nuevo en una demostración de fuerza, marcando Verstappen la vuelta rápida y cerrando Vettel el podio al adelantar a Leclerc en los instantes finales. Sainz fue quinto en una carrera sólida dónde aguantó a Gasly y a Räikkönen, mientras Bottas, Norris y Albon (10º en una actuación inteligente) cerraron la zona de puntos. La estrategia de Racing Point forzó a Pérez (11º) a resistir con duros por delante de Hülkenberg, Magnussen y Ricciardo (todos ellos con blandos) y un Kvyat que machacó los duros. Un correcto Russell, Stroll, Giovinazzi y Kubica cruzaron la meta, siendo Grosjean el único abandono por problemas en la presión del agua.