Mercedes gana, pero no tanto. Crónica GP de Bélgica 2017

Hoy debería ser un día de celebración contenida para Ferrari. La victoria en el Gran Premio de Bélgica 2017 ha ido a parar a manos de Lewis Hamilton, Mercedes sigue imbatible en clasificación y el británico en particular no se mostró vulnerable durante toda la carrera. Y sin embargo el balance general es positivo para la Scuderia, que pierde menos de lo que podíamos esperar en un trazado como Spa y mantiene a Sebastian Vettel al frente del Mundial gracias a su segundo puesto.

Cierto es que parte del mérito reside en la buena salida de Vettel y que el mal fin de semana de Valtteri Bottas también dejó desprotegido a Lewis Hamilton, pero para el chaparrón que personalmente esperaba que le cayera a Ferrari en Spa-Francorchamps los de Maranello se han defendido con nota. Ahora bien, tampoco podemos perder de vista que Lewis Hamilton aguantó en cabeza con una clara desventaja de neumáticos (blandos frente a ultrablandos) en un circuito donde se puede adelantar. Eso corre por cuenta del británico, su astucia levantando el pie en Eau Rouge y la maravillosa frenada en Les Combes. A Ferrari le tocará correr a la contra en Monza y esperar a trazados como Marina Bay (tradicionalmente poco favorable a Mercedes) o Suzuka pero si la fiabilidad les respeta hay Mundial.

Pero volvamos a hablar de Bottas y de Räikkönen. La actuación de los segundos espadas de Mercedes y Ferrari en Spa-Francorchamps dejó muchísimo que desear, lo cual abrió las puertas del podio a Daniel Ricciardo. El de Mercedes no justificó en ningún momento el favor de su compañero Hamilton en Hungría y Kimi se complicó la vida él solo no levantando el pie bajo banderas amarillas, algo que protestó aireadamente por radio. Pocas sanciones se imponen ya en estas situaciones, así que muy claro debieron verlo los comisarios. Pero ya da igual, Ferrari ha tomado una decisión sobre su futuro.

Red Bull sacó petróleo gracias a Daniel Ricciardo, autor de una frenada tan memorable como la defensiva de Lewis Hamilton en la resalida tras el Safety Car. Y ello sirve para compensar y esconder la enésima rotura de un motor Renault, una vez más en el monoplaza de Max Verstappen. Si no fuera porque no tiene un volante mejor al que ir en las actuales circunstancias del Mundial de Fórmula 1 ya estaríamos oyendo decenas de rumores sobre el futuro del neerlandés. Y siendo razonables, si otro equipo grande aspira a hacerse con sus servicios, que aproveche ahora que su caché queda rebajado por una temporada ya decepcionante.

Sin embargo si por algo recordaremos este Gran Premio de Bélgica será por los encontronazos de los pilotos de Force India. Los comisarios, oh sorpresa, se lavaron las manos, lo cual lleva a la ridícula situación de que Sergio Pérez fue sancionado más duramente por pasarse de frenada y salirse de pista (cinco segundos y un punto de la Superlicencia) que por llevar al muro a su compañero de equipo, que además avivó el fuego en Twitter horas más tarde. Pero es que aún así esta no es una situación que debieran resolver los comisarios sino el equipo, en clara dejación de funciones desde hace tiempo mientras en su seno se juntaban el hambre y las ganas de comer. No hacía falta ser un lince para imaginarse que lo de Montreal y Bakú no iba a quedar así.

En todo caso ello abre una puerta interesante a Renault, la guinda del pastel de un buen fin de semana. Nico Hülkenberg alcanzó el sexto puesto que equivale a ser el mejor del resto en Spa-Francorchamps, por delante de Romain Grosjean y Felipe Massa, y Jolyon Palmer sorprendió el sábado antes de perder puestos en parrilla al cambiar la caja de cambios. Ahora los líos en Force India pueden favorecer que uno de sus pilotos acabe en Enstone en 2018. La Régie prefiere a Esteban Ocon, pero Mercedes ejerce de poli malo como Red Bull con Carlos Sainz, que sigue haciendo lo que puede con Toro Rosso, esta vez con una acertada estrategia a una parada, a la espera de mejores noticias (al menos libró el asteroide Honda). Y la opción Sergio Pérez no es mala, aunque no agradara del todo a Hülkenberg.

Como cada fin de semana toca hablar de McLaren. Habrá quien crea que es porque esta es una web española y le dedicamos un trato preferencial a Fernando Alonso, pero sorprende seguir retransmisiones televisivas extranjeras y darse cuenta de que la triste situación de la unión McLaren-Honda y el asturiano es un filón mediático, de ahí que la FOM se vuelque con las conversaciones de radio del equipo. En Channel 4 por ejemplo tuvieron a Zak Brown tras la carrera y no lo soltaron hasta que les dijo que durante el mes de septiembre tomarían decisiones sobre las continuidades de Alonso y Honda. Y luego se recrearon con las declaraciones del español, claro, quedando en un segundo plano el brillante inicio de carrera. Si no, siempre nos quedarán todos los días hasta el GP de Italia para especular sobre los motivos reales del abandono. Todo menos celebrar que nombres históricos de la F1 vuelven a un podio, algo que parece lejísimos.

Foto | Daimler