El retorno de James Allison al departamento técnico de Mercedes hacía presagiar que el equipo alemán volvería a la cima, o al menos serían candidatos regulares a las victorias, sin embargo, también coincidió con propuestas muy competitivas por parte de McLaren, Ferrari y Red Bull, así que del subcampeonato alcanzado el año pasado, sin victorias en su casillero, a lo que sucede ahora, con triunfos en tres grandes premios, pero detrás de tres rivales, tiene a la plana mayor de Mercedes analizando muchas cosas. El W15 tiene evidentes debilidades y existe el riesgo de que muchas de ellas se trasladen al W16 porque todavía no han podido revertir los problemas.
El actual coche plateado es lento en las curvas, de allí que su rendimiento sea tan deficiente si se compara con el McLaren MCL38, ambos instalan el mismo motor, por tal razón el departamento técnico de Mercedes está preocupado ya que las actualizaciones que han presentado a partir del Gran Premio de Estados Unidos no han funcionado como se esperaba, así que el desarrollo del W15 se ha estancado y por lo tanto se ha pausado el proyecto W16. Andrew Shovlin, director de ingeniería de Mercedes, indicó que todavía los esfuerzos del equipo no están en 2025 porque todavía quedan tres fechas en las cuales pueden descubrir cómo resolver los problemas.
Añadió que es necesario descifrar y aprender lo más que puedan en lo que resta de año porque concebir el próximo coche a partir de la base actual sería muy arriesgado. Así que Las Vegas, Qatar y Abu Dhabi serán los últimos exámenes para el W15 antes de retomar el proyecto de 2025. No ha sido fácil para Allison y su grupo de ingenieros asimilar que Mercedes dejó de ser la fuerza dominadora de la Fórmula 1 y ahora lucen como tercera o cuarta opción a las victorias. Es difícil admitir además que el tiempo y los recursos invertidos en desarrollar al W15 no han representado un gran salto de calidad, tanto la aerodinámica como el piso siguen siendo una incógnita que ha causado muchos dolores de cabeza, sobre todo cuando observan la telemetría del paso por curva.
En palabras de Andrew Shovlin:
Somos débiles es en las curvas lentas, en particular en circuitos donde hay una curva y luego otra. Hay un montón de problemas allí para el coche. Estamos seguros de que hay algunos aspectos básicos que debemos conseguir antes de diseñar el W16, y estamos muy ocupados con eso ahora. Habrán algunos cambios durante el invierno, así que esperamos no luchar con estas debilidades el próximo año.
Vía Planet F1