Era evidente que este Mundial, con carreras en los despachos casi al mismo nivel de nerviosismo que en la pista no se iba a terminar con la bandera a cuadros que confirmaba que Max Verstappen cruzaba primero la línea de meta. Mercedes-AMG F1 ha presentado una protesta formal frente a la FIA después del relanzamiento tras el coche de seguridad provocado por el accidente de Nicholas Latifi.
Tras reiniciar la competición en la última vuelta, Lewis Hamilton no podía contener a Max Verstappen detrás suyo al contar con unos neumáticos duros mucho más gastados que los blando que acababa de montar su rival por el título. Concretamente, Mercedes hace referencia a que se habría quebrantado hasta dos códigos del reglamento deportivo de la FIA en este relanzamiento, por lo que piden que se tome en consideración para considerar válidos y definitivos los resultados de la vuelta anterior, la 57, en la que Hamilton seguía liderando el grupo.
El Artículo 48.8 del Reglamento Deportivo, que dice que «ningún conductor puede adelantar a un automóvil en la pista, incluido el Safety Car, hasta que cruce la línea por primera vez después de que el Safety Car haya regresado a boxes». La segunda protesta hace referencia al artículo 48.12, que apunta que «todos los coches que han sido doblados por el líder deben adelantar a los coches en la vuelta del líder y el coche de seguridad«.
Ahora será la FIA la que deberá considerar esta protesta realizada por los hombres de la estrella, un final casi predecible para un año repleto de polémicas, sumado a un final como el que hemos visto en Abu Dhabi, que ha estado plagado de decisiones muy rápidas y de último momento con el objetivo de reanudar la competición, un lema que ha mantenido Michael Masi prácticamente todo el año, incluido en el Gran Premio de Azerbaiyán, cuando también se dio una última salida cuando todavía quedaban dos vueltas tras la bandera roja.
