Bastaron dos grandes premios para que en la escudería Mercedes advirtieran que su propuesta técnica de este año no está a la altura de lo que esperaban. En Jeddah, de nuevo el equipo alemán fue testigo de cómo sus clientes, McLaren y Aston Martin, mostraban mejor rendimiento, lo que llevó a Toto Wolff y a Lewis Hamilton a señalar que el actual monoplaza sufre problemas de correlación ya que la información suministrada por el simulador no está en sintonía con lo que ocurre en la pista.
En Arabia Saudí, George Russell finalizó en el sexto puesto y Hamilton en el noveno, posiciones que no son las esperadas en Mercedes. Durante todo el fin de semana sus pilotos, sobre todo Hamilton, se quejó de un recurrente efecto rebote y de poca velocidad en las curvas, descartando algún error en la configuración del alerón trasero porque en las rectas eran rápidos, pero de igual manera perdían tiempo en curvas rápidas, lo que lleva a sospechar que los ordenadores y las herramientas de simulación no han arrojado los datos más aproximados a lo real, comprometiendo así la aerodinámica inferior que se encarga de la efectividad del efecto suelo.
Wolff declaró que la simulación indica una dirección y por tal razón configuran el monoplaza según esos resultados, pero luego en carrera advierten que la elección de alerones no parece la correcta. Los ingenieros están confiados de que la velocidad está allí, pero no la han podido encontrar debido a que no han atinado con la disposición de la carga aerodinámica. Mercedes viene de dos temporadas mediocres y se esperaba que en esta, con James Allison como director técnico, la situación cambiara de manera radical, pero hasta ahora no han demostrado estar al nivel que se requiere para al menos luchar por el podio.
Por su parte, Lewis Hamilton declaró que el W15 es mejor que su predecesor en lo que respecta a estabilidad, no obstante, el comportamiento en general sigue siendo irregular, tanto que los sensores y el simulador indican que deberían tener una gran velocidad con una determinada carga aerodinámica y el el circuito encuentran que no es así. Sin duda, los sistemas están proporcionando resultados inexactos y deben investigar a qué se debe. También se sorprendió que en Jedahh reapareció el efecto marsopa, así que el área técnica deberá decidir si aumenta la altura del coche a expensas de la carga aerodinámica o siguen arrastrando el problema.
En palabras de Lewis Hamilton:
Creo que tuvimos muchas incógnitas durante el año pasado y pensamos que las solucionamos. Podemos ver por los sensores que tenemos lo que necesitábamos, pero todavía existe este comportamiento del coche en un cierto rango de velocidades y nuestros sensores y simulaciones dicen que ahí es donde deberíamos tener la carga aerodinámica y no la tenemos. Así que es frustrante encontrarse en la misma posición tres años seguidos. Sé que todos en la fábrica están haciendo lo mejor que pueden, pero definitivamente necesitamos hacer cambios significativos.
Vía Nextgen Auto