Fue una de las imágenes del Gran Premio de Mónaco, aprovechando que la carrera en el Principado de nuevo ‘gastó’ toda la emoción el sábado y nos dejó con muy poca acción sobre pista durante el domingo. Valtteri Bottas paraba en boxes en la vuelta 31 con las dudas de si podría plantar en algún momento cara a Max Verstappen y lograr su primera victoria de la temporada, lo que hubiera sido también su estreno ganando en las calles de una de las ciudades más lujosas del mundo, la primera piedra de todos aquellos que sueñan con la triple corona.
Pero todo falló de nuevo para Bottas. El finlandés no se lo podía creer. No sólo no iba a poder atacar a Verstappen, al cual tenía a menos de cinco segundos, sino que ya era presa de un Carlos Sainz Jr. que todavía no había parado y que además debía abandonar la prueba cuando hasta ese momento lo había hecho todo bien en un fin de semana en el que los Mercedes-AMG F1 estuvieron lejos de ser esa máquina perfectamente engrasada que conocemos.
La responsable de este nuevo desastre para el finés fue la tuerca de la rueda delantera derecha, la cual, a pesar de los numerosos intentos de los mecánicos, se negaba a abandonar la rosca a la que se había quedado agarrada. El neumático blando no pudo ser por tanto sustituido por el nuevo juego de gomas de compuesto duro que tenían preparadas para él en una estrategia similar a la realizada por Lewis Hamilton.
Lo curioso es que, casi 24 horas después, esa tuerca no ha sido retirada y se ha decidido que el monoplaza de Bottas será transportado así hasta Brackley para allí investigar qué pudo salir mal y posteriormente pasar al trabajo bruto y retirarla directamente con una cortadora. “No sacamos la tuerca. Está en nuestro garaje con el soporte de larueda sobre él. Tendrá que ser triturado. Saque una Dremel y corte dolorosamente los restos de la tuerca de la rueda. Haremos esto en la fábrica” aseguraba un James Allison que todavía no se podía explicar qué había salido mal.
Seguramente es uno de los pocos puntos flacos que ha tenido siempre la escudería Mercedes-AMG F1, algo que ya se pudo ver con aquel desastre producido en Bahréin el año pasado. El propio Toto Wolff apunta a que la pistola arrancó el dentado que tiene la tuerca, aunque por el momento se desconoce si ha sido por un problema de la propia pistola o si se debe a un problema de fabricación o de material de la propia tuerca.
Valtteri dijo que vio los pedazos de aluminio volar al frente. Ha sido nuestra debilidad este año, pero no hemos cambiado ninguno de los diseños de las tuercas de las ruedas o las pistolas, por lo que realmente tenemos que estar al tanto de lo que está causando eso y volver más fuertes- Necesitamos investigar si se trata de un problema de diseño o si simplemente tuvimos una falla catastrófica en algunos sistemas. Acabamos de mecanizar toda la tuerca. Nunca ví algo como esto. Ya no había ninguna pieza allí y el neumático todavía estaba en el coche – Toto Wolff
Vía | RaceFans