Dan Towriss, CEO del Grupo de inversores 1001, asumirá también el control de Andretti Global, movimiento que dejará a Michael Andretti como embajador y asesor de la empresa que creó. Se entiende que Towriss, que también es copropietario del equipo y además representa a Gainbridge, se enfocará básicamente en las operaciones de la estructura en la IndyCar, donde gestionan tres monoplazas, mientras que Michael Andretti tendrá más libertad para hacerse cargo del proyecto de Fórmula 1 que, a pesar de contar con el respaldo de General Motors, ha sido rechazado en primera instancia por Liberty Media y el resto de las actuales escuderías.
Se entiende que Michael Andretti no está cediendo el control de Andretti Global sino que se está apartando de la dirección en pista, lo que involucraba su presencia en la IndyCar, la Indy NXT, la IMSA, la Extrema E y la fórmula E, responsabilidades que le dejaban poco tiempo disponible para involucrarse en otros proyectos de expansión y la dirección de su nueva base de operaciones. Por su parte, Towriss, además de gozar de toda la confianza de Andretti, es responsable de patrocinar a dos monoplazas en la IndyCar, el de Colton Herta con la firma Gainbridge y el de Marcus Ericsson con Delaware Vida, otra empresa perteneciente al Grupo 1001.
Así que esta transición no significa que Andretti ha perdido su posición como propietario, simplemente se aleja de las operaciones en pista con el fin de intentar consolidar el ambicioso proyecto que tiene entre manos. Se espera que en los próximos días se emita un comunicado sobre las repercusiones que tendrá esta nueva estructura de liderazgo en el desarrollo de los otros equipos distintos al de la IndyCar.
Aunque también se especula que Andretti no desea asistir a más eventos de la IndyCar por desacuerdos con Roger Penske sobre sus políticas para comercializar la serie y además por el hecho de ser dueño del campeonato y propietario de un equipo, algo que no le parece ético y más cuando se presentó la propuesta chárter que fue aprobada esta semana.