Para los representantes de Nissan Motorsport hoy no fue un buen día puesto que Michelin, su socio y proveedor en la clase GT500 del Super GT, anunció su salida al término de esta temporada y tras acumular 24 años y cuatro títulos junto al fabricante japonés. El argumento de Michelin es que está en medio de una reestructuración de su programa deportivo y para 2024 concederá prioridad a otras categorías. Este desaire a Nissan también agarró desprevenida a la organización del Super GT que apostaba por incentivar la rivalidad entre Michelin, Dunlop, Bridgestone y Yokohama en su clase principal.
Michelin es actualmente el proveedor tanto de NISMO como de NDDP Racing, así que se encarga de cuatro Nissan Z GT500, destacando esa sociedad con la estructura oficial Nissan, que ahora deberá moverse para establecer un nuevo vínculo con otro fabricante y la lógica indica que se inclinará por Bridgestone, que llegaría entonces a doce equipos, una cifra desproporcionada tomando en cuenta que entre Yokohama y Dunlop atienden solamente a tres. Hasta ahora Bridgestone no se ha manifestado en cuanto a la posibilidad de agregar más clientes a su estructura y además tal distribución no sería justa para el Super GT, campeonato que se ha caracterizado por alejarse de la monomarca en cualquiera de sus elementos.
Otro panorama sería que Bridgestone se uniera a NISMO y dejara ir a otros equipos o que Nissan establezca una alianza con un nuevo proveedor. En el informe proporcionado por Michelin solamente se menciona a la clase GT500, dejando dudas sobre la GT300, donde apenas atiende al BMW M4 GT3 del equipo BMW Team Studie. Sin duda, lo importante acá es que Michelin se aleja de la estructura oficial Nissan en el Super GT para enfocarse en otro proyecto que considera más relevante para sus intereses.
Vía Autosport Japón