En días pasados, Gunther Steiner, jefe de Haas F1, insinuó que en caso de sufrir alguno de sus pilotos un fuerte accidente en el circuito de Bakú, probablemente su participación en Canadá con ambos monoplazas estaría comprometida por la cantidad de piezas a reparar y reemplazar, además del tiempo requerido para tener todo listo. Aunque no apuntó a un piloto en particular, es obvio que se refería a Mick Schumacher, el alemán viene de sufrir un accidente en Mónaco donde destrozó su coche.
No es la primera ocasión que Mick Schumacher protagoniza una colisión contra los muros, en la calificación de Arabia Saudita también partió su monoplaza en dos y no pudo competir, lo que se tradujo en un fuerte revés para el equipo ya que el VF-22 ha demostrado ser un aspirante a los puntos. Hasta ahora, la temporada para el joven alemán ha sido complicada, todavía no ha sumado puntos en tanto Kevin Magnussen, su compañero, cierra los diez mejores en la tabla de pilotos. La llegada del experimentado danés no ha sentado bien a Schumacher y eso se advierte en sus actuaciones que han resultado erráticas hasta el punto de que su mejor resultado fue el puesto once en Bahréin, la primera carrera del año.
El propio Mick Schumacher admite que se siente presionado y aunque ostenta el título de campeón de la Fórmula 2 en la temporada 2020, su adaptación a la Fórmula 1 no ha sido como esperaba, incluso contando con el respaldo de la escudería Ferrari en lo que respecta a su formación. Las declaraciones de Steiner añaden más presión porque entiende que no debe chocar otra vez, pero en un circuito como Bakú tal pedimento se antoja difícil de cumplir. El año pasado estuvo a punto de impactar contra el muro a más de 350 km/h tras una cuestionable maniobra de Nikita Mazepin.
En palabras de Mick Schumacher:
Espero un fin de semana limpio, Bakú y Mónaco son muy diferentes. Tenemos un coche que ha demostrado velocidad en todo tipo de pistas hasta ahora. Con los coches de carreras de 2022, espero aún más acción y maniobras de adelantamiento en Bakú, aunque el efecto del DRS ya no es tan potente como solía ser.
Vía | Speedweek
