Miguel Molina, piloto oficial de Ferrari en la clase LMGTE Pro del WEC, piensa que es buen momento para que la categoría se incline hacia los GT3 y de esta forma seguir el camino trazado por la IMSA en el Campeonato Weathertech Sportscar. En Estados Unidos, la clase GTLM tiene fecha de caducidad debido a la deserción de los fabricantes involucrados, en tanto en el WEC apenas AF Corse y Porsche GT Team siguen en pie. Ya la IMSA le propinó una lección a los responsables del WEC en lo que respecta a concebir la clase superior de prototipos y tal parece que de nuevo estará un paso por delante al conceder mayor protagonismo a los GT3.
En la pasada edición de las 24 Horas de Daytona, la clase GTD estuvo representada por 22 coches, una cifra considerable. De allí que ante lo escueto que se presentaba el panorama de la clase GTLM a corto plazo, apenas Corvette Racing se había comprometido, la IMSA decidió abolir tal división y crear la GTD-Pro y la GTD-Am. Esta decisión despertó mayor interés en fabricantes y equipos privados porque los GT3 resultan la alternativa más razonable para competir en carreras de resistencia. Estima Molina que el WEC debería ir allanando el terreno para inclinarse hacia los GT3 y no esperar que sea demasiado tarde y se pueda presentar una avalancha de inscritos e interesados que luego les cueste controlar.
Actualmente el WEC cuenta, en la clase LMGTE Am, con trece coches, la mayor cantidad en cualquier división, representando a Ferrari, Porsche y Aston Martin. Se supone que tales equipos clientes tienen su inscripción asegurada durante varios años puesto que deben recuperar los costos de adquisición y de mantenimiento. En tal sentido, Molina se pregunta si el WEC tendrá espacio para el ingreso de los tantos fabricantes que actualmente poseen programas GT3 que ha demostrado ser el más popular en deporte motor.
La tendencia indica que los GTE van a desaparecer y el futuro de las categorías de resistencia estará en manos de los fabricantes involucrados en las clases LMDh, LMH y GT3, Siendo la última la más interesante en términos de costo y beneficio ya que además existe un sistema muy eficiente para que todos los coches funcionen casi al mismo nivel, el Balance of Performance, que se aplica en distintas categorías de GT3. La IMSA reconoció a tiempo lo que estaba sucediendo y por ello luce sólido su futuro, era un paso lógico y lo dieron primero.
En palabras de Miguel Molina:
Creo que el WEC debe ir más o menos de la misma manera [que la IMSA] la pregunta es si el WEC tendría suficiente espacio para una parrilla tan amplia cuando hay tantas marcas [con programas GT3] interesadas. Lo mismo pasó en cuanto a los LMDh, allí los fabricantes puedan realizar proyectos al menor costo posible. Es similar aquí, es la nueva realidad del automovilismo. Al final, nosotros [los pilotos] nos adaptaremos a la situación, pero me gusta mucho el GTE. Tiene menos ayudas como el ABS. Esto los convierte en un coche un poco más de carreras. Pero ya he competido para Ferrari en ambas clases. Te acostumbras.
Vía | Motorsport Total
