Marzo de 2024, las escuderías del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 están apenas nueve meses de que se levante la prohibición de trabajar en los nuevos monoplazas bajo el reglamento que entrará en 2026. El tiempo apremia y si bien los motoristas sí que llevan trabajando en el desarrollo de las unidades de potencia, los equipos no tardarán demasiado en conocer, aunque sean las líneas básicas de cómo serán los coches, al menos las características principales.
El propio director del departamento técnico de la Fórmula 1, Pat Symonds, estuvo presente en el podcast oficial del campeonato, ‘Beyond the Grid’, donde además de dar su visión de algunos de los temas de actualidad, también avanzó algunas de las ideas principales que incorporarán los nuevos vehículos de 2026, empezando por unos motores que no cambiarán en su arquitectura, manteniendo la configuración V6 Turbo (400 kW o 535 CV), pero que sí perderán el MGU-H y que contarán con más potencia aportada desde la parte eléctrica (en torno a los 350 kW o 469 CV).
Serán, por el momento, coches con empuje eléctrico que entregarán 900 caballos de potencia. Vamos a tener más de 1.000 caballos de potencia con el monoplaza del 26 y queremos que provenga más del motor eléctrico. Por el momento no existe turbo lag en estos coches porque tenemos un motor eléctrico en el turbo, eso está funcionando. [Pero] el retraso del turbo ya no es lo que solía ser en los viejos tiempos – Pat Symonds
Quizás lo más destacable ha sido el apartado en el que Symonds ha hecho referencia a cómo serán los monoplazas, después de que ya adelantar la FIA en más de una ocasión que perseguía coches de menores dimensiones, más ágiles (entre 40-50 kg menos pesados): «Queremos reducir la carga aerodinámica del coche. Parte de la razón por la que los coches son tan pesados es porque tienen que lidiar con mucha carga, por lo que deslizarán un poco más. Creo que lo que hará es poner un poco más de énfasis en el conductor. Eso es algo importante. Son los conductores los héroes, son los superhombres que queremos promover. Así que creo que las cosas van en la dirección correcta allí”.
El modo override que preparan la Fórmula 1 y la FIA:
Sin embargo, uno de los puntos que no ha terminado de quedar completamente claro es aquel que se refiere a un apartado presente en la normativa de las unidades de potencia para 2026. El artículo del reglamento técnico 5.14.7 indica que «la potencia máxima solicitada por el piloto no podrá aumentarse durante un período de aceleración máxima, excepto cuando el modo de adelantamiento, tal como se especifica en el apéndice del reglamento, sea elegido por el piloto».
Si este punto lo unimos a las declaraciones de Symonds diciendo que los monoplazas de 2026 “entregarán más de 900 CV”, pero que dispondrán de “más de 1.000 CV”, parece que refuerza la idea de que esta próxima generación de Fórmula 1 pueda tener un nuevo sistema para favorecer los adelantamientos a través del aumento puntual de la potencia, algo al estilo push-to-pass de las IndyCar Series. Un artículo que en el reglamento actual de las unidades de potencia no figura y que por lo tanto se refiere a esta nueva era que comenzará dentro de dos años.
A pesar del secretismo con el que han llevado la FIA y la Fórmula 1 este punto, hoy Motorsport ha ampliado la información apuntando a que en otro artículo se especifica que en 2026 se estrenará un sistema de impulso ‘override’ que empujaría al monoplaza en altas velocidades para llegar hasta los 355 km/h, partiendo desde los 345 km/h a los que se espera que sea capaz de llegar el sistema híbrido con esa potencia de 900 CV antes detallada. Básicamente lo que parece es que estaremos ante un nuevo KERS como el que utilizó la Fórmula 1 durante un lustro desde el año 2009.