A los oídos de la FIA han llegado ciertos ecos de que la nueva generación de unidades de potencia está generando inconvenientes entre los fabricantes debido a la mayor implicación del componente eléctrico y factores como el menor peso, uso de nuevos materiales y su relevancia para el mercado comercial. Ante los rumores, Mohammed Ben Sulayem, presidente de la FIA, aseguró que no habrá vuelta atrás en lo que respecta al reglamento que entrará en vigencia a partir de 2026 ya que justamente lo planteado allí llamó la atención de Audi, Ford y General Motors, así que muy complicado no debería ser.
El desarrollo de los actuales motores permanecerá congelado hasta 2026, así que en teoría cuatro de los actuales fabricantes podrán concentrar esfuerzos en sus nuevos proyectos. Sin embargo, eso no garantiza que sus unidades de potencia sean competitivas o fiables, lo que pudiera llevar a pensar en un aplazamiento, aunque en primera instancia todos los involucrados estuvieron de acuerdo en la fecha para introducir los cambios. En tal sentido, la mayor dependencia de las baterías frente a la combustión interna se aprecia como un gran cambio de cara a lo que representa la modernidad, pero hasta ahora ninguna categoría eléctrica se aproxima al nivel de exigencia de la Fórmula 1 y eso genera muchas dudas en lo que se refiere a rendimiento.
En este punto, Ben Sulayem estima que las nuevas reglas técnicas están en consonancia con el futuro del mercado en vista de que muchos países del primer mundo se orientan hacia la prohibición de motores de combustión y la Fórmula 1 no puede permanecer de espaldas a lo que está aconteciendo en el mundo. Agregó que si bien la FIA también gestiona a la Fórmula E, es obvio que la prioridad es mantener a la Fórmula 1 en la cima del deporte motor y por ello buscará la forma de que ambas mantengan sus diferencias, aunque ello signifique, más adelante, que se evalúe el uso del hidrógeno o de otras combustibles.
En tal sentido, declaró que la FIA bajo ningún concepto pretende forzar la salida de algún fabricante involucrado en la Fórmula 1 que nacerá a partir de 2026, pero las reglas son claras en cuanto a la ausencia de emisiones y todos deben trabajar en sus respectivas tecnologías para lograr un impacto positivo en el medio ambiente, más allá de los resultados en pista. Por su parte, aseguró que durante su gestión se cumplirán los compromisos pautados, principalmente el reglamento técnico propuesto para 2026.
En palabras de Mohammed Ben Sulayem:
La FIA no quiere provocar la salida de los fabricantes, quiere que la Fórmula 1 resulte atractiva para los recién llegados, como General Motors, que quiere entrar con Cadillac. El nuevo motor es nuestra responsabilidad. Cuando acordamos las reglas, los proveedores de motores también estuvieron de acuerdo. La tecnología evoluciona cada día, por lo que siempre se pueden hacer pequeños cambios. Nadie se dará por vencido.
Vía Nextgen Auto