El Mundial de Fórmula 1 2020 por fin arrancó y lo hizo con la que sin duda ha sido la mejor carrera con la que podría regresar. Drama mecánico, polémica, adelantamientos y sonrisas tras las mascarillas de un podio en el que todos querían estar. Obviamente la carrera ha estado muy condicionada por la tipología de pista en la que se ha desarrollado, así como por las decisiones tomadas por la dirección de la prueba, aunque han sido otras cuantas claves las que han terminado por determinar el resultado que muy pocos hubieran imaginado.
La carrera fue muy distinta a la del año pasado. Sí hubo opción a remontadas, especialmente para Lando Norris y Charles Leclerc, pero obviamente todo se vio empujado por la aparición de dos Safety Cars al final de la carrera y que el primero, el provocado por la salida de Kevin Magnussen, mantuvo también muy compacto al grupo. Es parte de esta nueva era de la Fórmula 1 en la que el VSC ha perdido protagonismo y en la que se ha adoptado una filosofía más NASCAR para ayudar a comprimir las carreras, algo que, en un circuito tan corto, ha permitido que las diferencias fueran mínimas.
Acostumbrémonos a ver desfallecimientos mecánicos. La parte más dura del verano no ha llegado a instalarse todavía en Europa como quien dice y todavía quedan pruebas muy duras para los monoplazas. Especialmente preocupante si pensamos en el Gran Premio de España en pleno agosto. Lo de hoy se puede resumir a esa sensación que tienen los deportistas a su regreso tras el verano y especialmente aquellos que se han saltado la preparación de pretemporada.
Los buenos inicios de temporada de Valtteri Bottas. Parece mentira, pero el finlandés conseguía ayer su 12ª pole position en la Fórmula 1 y este domingo la octava victoria de su carrera deportiva. No pudo repetir con el punto extra que, si obtuvo en Australia, sin embargo, lo que habría que mirar es que al Mercedes-AMG se le suelen hacer largas las temporadas, especialmente la segunda mitad de año y quizás un calendario non-stop como el de 2020 pueda ayudar en sus opciones de títulos.
Red Bull se presentaba como el gran rival de Mercedes-AMG F1 en Spielberg y aunque Albon ha estado en condiciones de discutirle la segunda plaza a Lewis Hamilton, lo cierto es que la escudería de las bebidas energéticas ha dejado más dudas que certezas. El problema de Verstappen deja a las claras que el motor Honda no es infalible y Albon todavía está un paso por detrás en cuanto a ritmo de su compañero, aunque puede parecer que ha dado un paso adelante en efervescencia.
Duele ver a Ferrari así. El podio de Leclerc ha sido la mejor noticia para los de Maranello, sabedores que el próximo domingo la situación puede ser incluso más complicada. El error de Vettel demuestra que el germano sigue teniendo muchos problemas con esta nueva filosofía de Ferrari y que ni el SF90H, ni el SF1000 han sido monoplazas que le hayan ayudado en uno de sus momentos más bajos de forma.
Aunque para Lattifi puede haber sido el debut de ensueño, quedándose tan cerca de los puntos, tiene pinta de que Alfa Romeo, Williams y HAAS estarán en su propia liga este año a no ser que el motor Ferrari en Hungría les permita dar un paso enorme a los italianos y estadounidenses. Los problemas de frenos de Grosjean y Magnussen por fortuna se dieron en zonas con escapatorias kilométricas, pero debe ser solventado cuanto antes un problema con estos elementos que ya es recurrente para los de Gene Haas.
La decisión de Carlos Sainz de entrar en boxes una vuelta más tarde para no estar esperando a que Lando Norris terminara su cambio de neumáticos nunca sabremos si fue positiva o no, pero lo cierto es que terminaría en parte condicionando la carrera del madrileño, tapado de forma impecable por el británico con el que mantuvo un buen gesto deportivo al finalizar la carrera felicitándole por un podio en el que Carlos también podría haber estado.
Aunque habrá que esperar al paso de las carreras, sí que es cierto que esa frontera entre las escuderías de cabeza y las primeras del vagón intermedio parece haberse difuminado en Austria. Racing Point McLaren han dado caza al relegado escuadrón Ferrari, por lo que a nadie se le puede escapar que seguramente podamos ver podios más variados al menos en las siguientes pruebas, e incluso Renault ha mostrado cierta velocidad con Ricciardo y con un Ocon al que le ha penalizado mucho salir tan atrás.
La imagen del fin de semana sin duda quedaba antes de comenzar la carrera, cuando los pilotos se han reunido al frente de la parrilla para mostrar su respaldo a Lewis Hamilton en la lucha contra el racismo. Ha sido sin duda curioso el ver las distintas reacciones de cada uno, pero el que cada piloto haya decidido si arrodillarse o no demuestra que este gesto no ha sido prefabricado y que cada uno estaba allí por decisión propia y que no estaba obligado a actuar de determinada forma. Chapó por el gesto y por no obligar a que cada uno como ser humano pueda luchar contra el racismo o mostrar su rechazo hacia el mismo de la forma que cada uno vea más conveniente..