Aunque no será hasta el año que viene que se cumplirá con la edición centenaria de la Subida a Pikes Peak, la organización del PPIHC ha comenzado a calentar la de 2021, la 99ª, al mostrarnos la primera versión de la lista de inscritos. No habrá motos, eso ya lo conocíamos desde hace meses, a la espera del estudio que concrete si es seguro que estas vuelvan, pero sí que promete regalarnos emociones fuertes si finalmente se cumple con la presencia de un monoplaza de las IndyCar Series recorriendo los casi 20 kilómetros hacia la cumbre.
Obviamente esto lo debemos tomar siempre con cierta cautela. En el pasado ya hemos visto otros proyectos fallidos, como fue el caso del LMP2 (Justin Wilson con el Acura ARX 04b LMP2) que finalmente no pudo subir tras haber roto el motor en las jornadas previas. También se descartaron otras opciones, seguramente en fases más embrionarias, como fue la posibilidad de que Red Bull Racing llevase un Fórmula 1 a las montañas de Colorado Springs, o que Porsche decidiera que era un buen lugar la Subida estadounidense para hacer una de las paradas del tour de despedida del Porsche 919 Hybrid LMP1.
Sea como fuere, no hemos llegado al 28 de abril y parece que la lista provisional de ‘La carrera hacia las nubes’ de 2021 va muy en serio. J.R. Hildebrand aparece entre los Open Wheels, asociados en este caso a un nombre atípico en estas lides: un Dallara DW12/IR18, el monoplaza que actualmente se emplea en el campeonato norteamericano. El piloto compitió el año pasado en la Indy500, completando una buena remontada en carrera hasta casi situarse entre los 15 primeros, 16º, mejor piloto clasificado al ver la bandera ajedrezada entre los hombres de Dreyer & Reinbold Racing.
Obviamente, de concretarse, el equipo con el que la dispute debería realizar adaptaciones para que el IndyCar pueda lucirse en Pikes Peak, como modificar la suspensión para asimilar mejor los baches, cambiar la relación de giro para las horquillas, encontrar unos mapas de motor y una presión de turbo que se adapten lo mejor posible a la falta de óxigeno de la parte más alta (cercana a los 4.302 metros de la cumbre) y seguramente emplear el kit aerodinámico de circuitos ruteros, teniendo en cuenta que la menor densidad del aire de las cotas más cercanas a la cima hacen que se disponga de menos carga aerodinámica. Sin duda sería un hecho para la historia el volver a ver un monoplaza proveniente de los circuitos afrontando dicha Subida.
Pikes Peak compartió calendario con la Indy500:
No sería la primera ocasión en la que uno de los coches de las 500 Millas de Indianápolis compite en la prestigiosa Subida a Pikes Peak, en 1966, el PPIHC formaba parte del calendario del USAC Championship Car season, en una edición dominada por uno de los miembros de la familia Unser, el precursor, Bobby Unser, el cual se impuso al volante de su monoplaza en una carrera que todavía era íntegramente sobre tierra. Ni Mario Andretti, ni Al Unser o A. J. Foyt estuvieron presentes por poner algunos ejemplos.
No será la única sorpresa de la lista, ya que se espera que “el pastor más rápido del planeta”, Don Wickstrum compita en un Ave Riley LMP3 ex-IMSA preparado por Kelly Moss Motorsport, tratando de robarle por tanto el título a Layne Schranz que tradicionalmente ha corrido con un Stock Car similar al de la NASCAR. Se trata de un reto incluso más emocionante ya que correr el PPIHC estaba en la lista de cosas por hacer para Don cuando se le diagnosticó un cáncer de colón y en 2020 un accidente con su Porsche 997 GT3 impidió que pudiera realizarlo por completo (en 2019 un golpe en la práctica también le dejó fuera). De esta forma, la Subida a Pikes Peak 2021 nos puede dejar con la curiosidad de reunir un monoplaza de las IndyCar Series y un prototipo del IMSA en una misma carrera, algo que se aderezaría con el Enviate Hypercar, el Open Wheel de Dan Novembre, el Wolf GB08 del ganador de 2018, Robin Shute, el PVA-003 Dallenbach Special conducido y diseñado por Paul Dallenbach o el ZZ eléctrico de Fumio Nutahara.
