Motegi cierra la temporada del Super GT con acción y títulos históricos en GT500 y GT300

El último fin de semana de la temporada del Super GT siempre es una fiesta, pero cuando los campeonatos del GT500 y el GT300 llegan aún por decidirse a Motegi, la animación se multiplica. Con la emoción de contar con la presencia de los coches de las tres marcas del DTM en Motegi —por primera vez compartieron pista los seis coches del Class One—, la carrera tenía espectáculo a todos los niveles. De hecho, los Mercedes, Audi y BMW tuvieron el honor de formar parte de la comitiva de las vueltas de formación antes de la salida en un evento nunca antes visto en el Super GT. En lo deportivo, Motegi regaló una carrera espectacular con luchas a todos los niveles con resultados históricos. En GT500, Nick Cassidy y Ryo Hirakawa se convirtieron en los más jóvenes en ser campeones. Mientras tanto, en GT300 hubo tercer título del popular Nobuteru Taniguchi, con el Mercedes de Goodsmile Racing y Tatsuya Kataoka a su lado.

GT500: Victoria pírrica para Nissan, título para Lexus

Con el título en juego en la última carrera del año, tanto el punto de la pole position como la posición de partida tomaba una importancia especial. En ese sentido, en el GT500 hubo una espectacular sorpresa el sábado cuando Ronnie Quintarelli batió el récord de Motegi en el Super GT, superando al coche más cercano por nueve décimas. El increíble dominio del Nissan oficial, nunca visto este año, les situaba en pole para la última carrera del año, por delante de la armada de Lexus que les iban a perseguir, entre los que se encontraba el KeePer TOM’S en tercera posición. Sorprendentemente, el drama comenzó justo antes de la salida, con un toque entre el coche de la pole y el segundo clasificado, el Lexus Wako’s del Team LeMans. Afortunadamente ambos pudieron mantenerse en carrera. La batalla por el campeonato comenzó de forma descompensada con Lexus pudiendo usar a coches como liebres para atacar al líder aunque el más veloz acabaría siendo el candidato principal al título.

Si el número 37 de TOM’S seguía con su pelea por el campeonato, el 36 con los colores de au y con James Rossiter y Kazuki Nakajima como pilotos duraría mucho menos. Problemas en la suspensión trasera les dejaron fuera de carrera demasiado pronto, quedando la prueba huérfana de uno de sus principales candidatos. Tampoco el Nissan de Kondo Racing podría pelear por ayudar a su compañero de marca, a causa de un drive through por un adelantamiento bajo bandera roja en el warm up del domingo. Las paradas llegaron muy pronto, con cambios de piloto y de neumáticos, además de los repostajes mucho antes de llegar al ecuador de los 250 km de Motegi. Tras las últimas paradas y con la espalda protegida por el Lexus Zent Cerumo, Nick Cassidy y Ryo Hirakawa lo tenían todo de cara para proclamarse campeones por primera vez.

En cabeza, la carrera no tuvo demasiados cambios y acabó siendo más estática. Algo más atrás, sí hubo drama para los otros Lexus, como el Wako’s que eventualmente perdió el capó que había sido dañado antes de tomar la salida o el WedsSport Bandoh que golpeó al Honda NSX de Nakajima Racing que en esta ocasión lucía una decoración mucho más oscura de lo habitual. Una confusión entre los dos GT500 mientras intentaban doblar a uno de los Toyota Prius de GT300 acabó con un golpe en el que el Lexus se llevó la peor parte. En cabeza, el Nissan GT-R de NISMO no se dejó presionar por ninguno de los Lexus y firmó su primera victoria del año. Pero los grandes triunfadores del día estuvieron en segunda posición, con el título en manos del Lexus KeePer TOM’S, el segundo coche de la legendaria escuadra afiliada a Toyota. El podio lo completó el Lexus Zent Cerumo, con Yuji Tachikawa y Hiroaki Ishiura al volante.

El resultado fue histórico por varios motivos, entre los que destaca la juventud de los nuevos campeones. Ryo Hirakawa y Nick Cassidy se convirtieron en los pilotos más jóvenes en lograr un título del GT500 en el Super GT, en lo que es un hito espectacular para ambos. Por otra parte, la victoria del Nissan número 23 en Motegi devolvió a Tsugio Matsuda a la primera posición en cuanto a número de victorias en carreras del campeonato con un total de 19. Mientras tanto, Ronnie Quintarelli alcanzó su décimo tercer triunfo para convertirse en el piloto foráneo con más éxitos en el campeonato. Aunque el título se les escapó por dos puntos, la recuperación a lo largo del año será recordada durante mucho tiempo, como también el hecho de ser algunos de los pilotos más exitosos de la historia del Super GT.

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