La única escudería que aún no ha confirmado ni siquiera a uno de sus pilotos para la próxima temporada es Sauber. Tampoco ha anunciado, a ciencia cierta, cuál será el alcance de su reciente alianza con Ferrari, si ello implica utilizar motores renombrados como Alfa Romeo, así que todavía existe cierta expectativa. Pero desconcierta un tanto la demora en ir anunciando sus cambios porque el campeonato está a punto de concluir y el interés del público tiende a orientarse hacia otros lugares.
Los rumores que se propagaron con más fuerza fue la llegada de Charles Leclerc como sustituto de Pascal Wehrlein y la renovación de Marcus Ericsson. Sin embargo, al pasar el tiempo y no anunciarse oficialmente nada al respecto se ha llegado a pensar que Ferrari podría tener mayor influencia en la toma de decisiones de Sauber. En tal sentido, se cree que Sergio Marchionne, presidente de Ferrari, estaría condicionando un mayor apoyo a cambio de instalar al piloto Antonio Giovinazzi en el equipo. Una pareja de pilotos, Leclerc y Giovinazzi, afín a la escudería italiana junto a los motores Alfa Romeo serían una combinación muy atractiva a corto y mediano plazo.
Y es que sobre el papel no existen trabas para confirmar la renovación de Marcus Ericsson, quien cuenta con el aval de los propietarios de Sauber, pero el rendimiento del sueco no ha sido productivo y bien se podría pensar, vista la demora en realizar algún anuncio al respecto, que estarían meditando su sustitución. Ciertamente, Ericsson dispone de un presupuesto particular para postularse, pero si Marchionne sugiere a Sauber que se convierta en un equipo B de Ferrari, y los suizos aceptan, Ericsson no tendría lugar.
Mientras en Sauber pretenden hacerse los interesantes, el tiempo transcurre y el interés, no solo del público sino también de potenciales patrocinadores, va mermando.
Vía | Motorsport Total