Domina los elementos. Parece una de esas frases recurrentes en los guiones de películas de acción de tintes fantásticos, pero se puede decir perfectamente que los responsables de la Fórmula E y del Extreme E siguen expandiendo los horizontes y ahora buscarán crear la primera competición eléctrica también para el mar. Bautizada como UIM E1 World Electric Powerboat Series, se trata de un proyecto conjunto entre Alejandro Agag, fundador de la Fórmula E y de Extreme E; Rodi Basso, ex Director de Deportivo de McLaren, y el Dr. Raffaele Chiulli, Presidente de la Unión Internacional de Motonáutica (UIM).
Precisamente será Basso el que adopte un papel de CEO de las series, similar al de Gil de Ferran en el Extreme E, aplicando su experiencia anterior como ingeniero aeroespacial que ha trabajado con la NASA, Ferrari y Red Bull en la Fórmula 1, y Magneti Marelli y McLaren Applied Technologies. La intención pasa por la de competir en lugares cercanos a las ciudades con embarcaciones eléctricas ligeras para así dar visibilidad a la tecnología de propulsión alimentada por baterías y a sus múltiples usos con fines recreativos.
Estoy encantado de que hoy podamos anunciar este paso adelante único en el deporte marino. Creemos que esta serie atraerá no sólo al público deportivo y a los entusiastas de la navegación y la tecnología de todo el mundo, sino también a los conservacionistas de los océanos que se preocupan por el futuro de nuestro planeta. Los océanos, lagos y ríos del mundo están bajo una enorme presión medioambiental y la UIM E1 World Electric Powerboat Series liderará el camino en la electrificación de la movilidad en el agua para las generaciones futuras – Alejandro Agag
Aunque no se ha dado una fecha concreta de inicio, sí que se han desvelado algunos detalles importantes, comenzando por la confirmación de que las series acuáticas estarán muy ligadas a la Extreme E, seguramente aprovechando para viajar junto a ellos a lugares remotos y formar parte de la oferta televisiva durante el fin de semana. Según la información oficial, cada equipo (se espera que haya 12) tendrá en propiedad al menos dos barcos, uno de ellos situado en Europa y el segundo de ellos almacenado en el St. Helena, el barco reutilizado de la Royal Mail Ship en el que también se transportan los SUV de competición.
Las futuristas embarcaciones bautizadas con el nombre de RaceBird incorporan la tecnología de hidrodeslizador y serán capaces de alcanzar velocidades impresionantes de hasta 60 nudos (111 km/h). Cada fin de semana de carreras de E1 se conformará de clasificaciones y luego una serie de carreras eliminatorias que conducirán a una final en la que habrá un ganador. El éxito dependerá no sólo de la velocidad en condiciones variables, sino de la capacidad del piloto para preservar la energía.