Como si no hubiera ya suficientes motivos de interés en torno a la edición 2023 de las 24 Horas de Le Mans, entre la conmemoración del centenario de la mítica prueba y el estreno de los LMDh para completar la categoría reina Hypercar, la NASCAR nos ha brindado este jueves en Sebring una razón más para hacer de esta carrera algo inolvidable: no faltarán a la fiesta de la mano de un Chevrolet Camaro Next Gen inscrito por Hendrick Motorsports.
La legendaria estructura emulará así la participación en 1976 de dos vehículos de la NASCAR, en un proyecto apoyado tanto por el certamen norteamericano como por Goodyear. Dallara colaborará igualmente en el proyecto de cara a aportar las modificaciones necesarias en el vehículo que la máxima categoría de la NASCAR, las Cup Series, ha estrenado recientemente. También existe la intención de equiparlo con el sistema híbrido que la NASCAR desea implementar a corto plazo. Además un nombre tan reconocido como el de Chad Knaus estará al frente del equipo.
Pese a que de primeras puede sonar raro, la NASCAR ya había tanteado la posibilidad de organizar algo en torno al mundo de la resistencia y viene haciendo esfuerzos por probar cosas distintas en tiempos recientes. Las buenas relaciones entre IMSA (de su propiedad) y ACO han hecho el resto. El proyecto participará (a falta de confirmación por parte del comité de invitación) como Box 56, originalmente concebido para tecnologías innovadoras, pero la oportunidad de abrir Le Mans a un público tan diferente como el aficionado a los stock cars bien merece tal innovación.