Si se corre en óvalo corto hay que mirar a Penske. Y más concretamente hacia Josef Newgarden. Da igual cuál sea el desarrollo o planteamiento de carrera, si hay una combinación piloto-equipo que domina en los óvalos cortos de las IndyCar Series es esa. Y en Gateway la pasada noche se volvió a confirmar al imponerse en una prueba que debió suspenderse durante dos horas debido a la lluvia y en la que Newgarden batió a su compañero McLaughlin y contuvo la irrupción del sorprendente David Malukas.
El fin de semana arrancó con otro hito para Penske, pues Will Power se hizo con su 67ª pole position y ello le permitió igualar a Mario Andretti como el piloto con más poles en la historia de los monoplazas en Norteamérica. Fue una sesión de clasificación muy en clave de campeonato, con todos los contendientes al título arriba de la tabla: tras Power se situaron Ericsson, Newgarden, McLaughlin, Palou, Dixon y O’Ward.
Tras una salida tranquila en la que el mayor perjudicado fue sin duda Alex Palou, que cayó al noveno puesto, Pato O’Ward progresó hasta empezar a inquietar a los Penske, que tuvo durante la carrera sus más y sus menos con Scott McLaughlin. Sin embargo todo el mundo miraba de reojo al cielo y ello condicionaba las estrategias, bastante conservadoras pese a la gran ganancia que dan los undercuts en este tipo de trazados.
Un accidente de Jack Harvey propició la aparición de la bandera amarilla mediada la prueba y ahí Penske optó por ser agresiva de la mano de Josef Newgarden y Scott McLaughlin ante la chocante pasividad de Ganassi, que mantuvo a todos sus monoplazas en pista. Y la estrategia funcionó: con goma fresca en la resalida volaron y se situaron en cabeza, mientras otros pilotos como Rahal o los Dale Coyne (Sato y Malukas) intentaban ir largos por si sonaba la flauta y llovía en el momento adecuado para llevarse el triunfo. McLaughlin adelantaría a Newgarden por el liderato antes de que la carrera tuviera que ser detenida durante dos horas por lluvia.
Quedaba un sprint de unas cuarenta vueltas bajo los focos y pese al susto que dio su monoplaza al no querer arrancar de nuevo tras la bandera roja, Josef Newgarden no estaba dispuesto a dejar escapar esta oportunidad. Al retomarse la prueba atacó y adelantó a McLaughlin, mientras por detrás un David Malukas con gomas frescas al haber parado justo antes de la detención brindaba espectáculo hasta alcanzar a los Penske y superar igualmente a McLaughlin en la última vuelta. Pero nada evitó ya la victoria de Newgarden.
O’Ward, pese a mostrarse una vez más brillante en el cuerpo a cuerpo, debió conformarse con el cuarto puesto al no dar con la tecla McLaren a nivel de estrategia, superando a Sato, Power, Ericsson, Dixon y Palou, quien pareció ir a contrapié durante buena parte de la carrera y se despide así de prácticamente todas sus opciones de revalidar título: Power lidera, pero en una horquilla de 17 puntos se encuentran Newgarden, Dixon y Ericsson, mientras que Palou, McLaughlin y O’Ward deberían ganar las dos carreras restantes y esperar acontecimientos para optar aún a la corona.
Foto | Team Penske