A pesar de negar en reiteradas ocasiones que regresará a la Fórmula 1, en las últimas semanas varios focos mediáticos se posaron sobre BMW debido a la confirmación, por parte de la FIA, de los proveedores de unidades de potencia que se han inscrito para competir a partir de 2026. Entre las novedades confirmadas, la entrada de Audi, el interés renovado de Honda y el retorno de Ford abren nuevas perspectivas, sin dejar de mencionar el compromiso de General Motors y la alternativa de Porsche. Estos movimientos han despertado la curiosidad en torno a la opción de BMW de reverdecer laureles en la categoría, pero Andreas Roos, jefe de BMW Motorsport, explicó las razones para no volver mientras él esté a cargo.
Durante su trayectoria en la Fórmula 1, los motores BMW lograron imponerse en veinte grandes premios, diez con Williams, ocho con Brabham, y uno con Benetton y BMW Sauber respectivamente. Si bien se le consideró un socio incómodo por su filosofía de trabajo y la exigencia de resultados, la potencia y fiabilidad de su mecánica resultaron incuestionable. Sin embargo, en lo que respecta a propulsores híbridos y eléctricos, todavía el fabricante no ha logrado establecerse como uno de los mejores. En tal sentido, argumentó Roos que las nuevas reglas técnicas de la Fórmula 1, más el tope en el presupuesto, lucen como elementos atractivos, pero, para 2026, desde el punto de vista comercial, no sería interesante.
Según su criterio, entrar a la Fórmula 1 sería viable si el programa de coches comerciales está en sintonía con la tecnología implicada en el deporte motor. Observa que la Fórmula E y las categoría de resistencia están más cercanas a los intereses de la marca que la Fórmula 1. Añadió que ahora mismo la Fórmula 1 es híbrida, pero opera con un sistema que no es relevante para los coches de carretera y además pasará a segundo plano a partir de 2026. La experiencia acumulada por BMW le lleva a pensar que los nuevos fabricantes se han involucrado a través de asociaciones estratégicas con escuderías establecidas para minimizar riesgos, lo que genera incertidumbres porque BMW ya transitó ese camino y terminó haciéndose cargo de su propio equipo, sin que ello significara una gran mejora en los resultados..
En palabras de Andreas Roos:
La Fórmula 1 se volverá híbrida en 2026, en este momento ya lo son, pero con un sistema híbrido que no tiene ninguna relevancia. En 2026 pasarán a un sistema híbrido que ya se ve en la mayoría de los coches. Nosotros competimos en la IMSA con un sistema híbrido que es muy similar al utilizado en la carretera, así que para nosotros, básicamente empezamos tres años antes. Para ser honestos, en la Fórmula 1 el cambio ocurrirá demasiado tarde para ir en esta dirección. Es una historia similar con el combustible sostenible, que ya se usa en otras categorías, pero llegará a la F1 en 2026. No hay nada realmente interesante en este momento para que nos fijemos en la Fórmula 1.
Vía Speedcafe