Desde Kia Australia han vuelto a pronunciarse con respecto a crear un programa de fábrica para hacer que el Stinger GT sea elegible según la regulación Gen3. Hace un par de años, Kevin Hepworth, jefe de comunicaciones del fabricante, indicó que no estaban dispuestos a aportar 5 millones de dólares para establecer un equipo oficial en el Supercars, cerrando las puertas a Garry Rogers Motorsport y a Walkinshaw Andretti United. Ahora, el fabricante indica que, aunque la organización Supercars conceda grandes facilidades para ingresar al campeonato, los coches que allí competirán no tendrán nada que ver con los que se venden en los concesionarios, así que no sería negocio para Kia.
Y es que el trabajo para que el Stinger GT se adapte a la nueva regla técnica no es sencillo ni económico. La carrocería debe acoplarse al chasis standard, posteriormente se debe concebir un paquete aerodinámico que funciones y luego desarrollar una versión del motor acorde con los requerimientos del campeonato. Este proceso por lo regular es responsabilidad de los equipos oficiales que invierten para ello el dinero que otorga el fabricante.
Si bien la organización Supercars ha comunicado que están en la disposición de adquirir la propiedad intelectual de los diseños de los coches para fabricar carrocerías que sean compatibles con los chasis Gen3, Damien Meredith, director de operaciones de Kia Australia, descartó que aún con tales facilidades permitirán que se utilice el nombre del fabricante y la silueta del Stinger GT porque atentaría contra los intereses de la marca a nivel de mercado interno. El coche que competirá no será un Stinger GT como tal, así que no le ve sentido desde una perspectiva comercial.
También Meredith señaló que ceder la propiedad intelectual del diseño del Stinger GT sería perjudicial para la marca porque Kia no tendría el control sobre aquellos equipos que van a utilizar su imagen ni tampoco sobre los socios y los patrocinadores. Otro punto en contra es que no existen garantías de tener alguna opción de ganar carreras ante las estructuras de fábrica que poseen General Motors y Ford en la categoría.
En palabras de Damien Meredith:
No estamos interesados, no tiene sentido participar en carreras en Australia. Soy de la mentalidad de que si vas a ir competir es porque quieres ganar y no hay garantía de que eso suceda. Simplemente el Supercars no cumple con nuestra estrategia general.
Vía | Speedcafe