Renault solo ha podido dar 75 vueltas en el comienzo de la segunda semana de test, con problemas de motor en la unidad de potencia del RS17. Nico Hülkenberg se ha parado en el último minuto de la sesión de tarde, corroborando un día extraño para el equipo del rombo, que intentará igualar su rendimiento destacado de las primeras sesiones en el Circuit de Barcelona-Catalunya.
«Hoy hemos probado cosas que no pudimos poner la semana pasada. Nuestro fin sigue siendo el de probar más el coche y mejorar el equilibrio del mismo después del viento de la jornada de hoy», dijo un Hülkenberg que explicó que el cambio de motor matinal del Renault se realizó por pura precaución y que solo lamentó el poco rodaje de Palmer por la mañana.
La mayor dificultad en el seguimiento a otros coches sigue siendo uno de los focos de estas jornadas de pruebas. «Me ha costado seguir a otros coches, se nota el efecto de la aerodinámica y de la falta de espacio con vehículos más grandes«. Y no solo va de grandes tamaños de chasis, sino también de unas gomas que se desgastan menos que en años anteriores. «El desgaste de neumáticos se parece más al de Le Mans, aunque allí hay más rectas que curvas».
Pero el verdadero cambio para Hülkenberg es el de un equipo a otros, tras tres temporadas productivas en Force India que no parecen afectarle. «Ir a un coche y equipo nuevos con un cambio en la reglamentación no es malo, todos somos nuevos en esta situación y solo hay que acostumbrarse. Sí que se nota un aumento en las fuerzas G, especialmente en la presión que el coche ejerce sobre el hombro y el cuello. Por suerte, Palmer y yo entrenamos cuatro horas y nos cansamos menos si el coche funciona sin problemas», concluyó el alemán.
Foto | Larreina (UGS Vision)