Lo que parecía una unión prometedora se ha acabado antes de tiempo. Nico Rosberg se ha mantenido ocupado en los últimos meses buscando sus opciones con Mercedes en la Fórmula E y preparando un posible asalto hacia el campeonato eléctrico sin dejar de estar vinculado a la Fórmula 1 y pasando de vez en cuando por el paddock de la categoría que le encumbró. Rosberg también ha intentado trabajar para que Robert Kubica consiguiera regresar a pilotar un Fórmula 1, pero parece ser que la negativa de Williams a darle un asiento titular al polaco ha provocado la partición del ex de Williams y Mercedes con el ex de BMW y Renault.
La concentración de Rosberg respecto a la Fórmula E también ha jugado a favor de la separación de una dupla que se conoció en el karting y dónde coincidió en su ascenso a la élite con Lewis Hamilton, Lucas di Grassi, Pastor Maldonado, Mike Rockenfeller, Álvaro Parente y Toni Vilander, entre muchos otros pilotos. Williams probó a Kubica y a Sergey Sirotkin en los test de post-temporada de Abu Dabi y se acabó decidiendo por el ruso como acompañante de Lance Stroll. El equipo de Grove es ahora mismo el único equipo que no ha puntuado en las tres primeras carreras de la temporada 2018, en parte por la falta de experiencia de sus pilotos pero también por un coche que no ha respondido en ningún circuito hasta la fecha.
Trabajamos juntos a finales del pasado año y nuestra relación es muy buena, pero digamos que no estamos igual de implicados porque yo tengo un papel en Williams y él está ocupado con su trabajo y su familia. Si volvemos a colaborar juntos en algo será más por mi culpa, aunque primero todo depende de mi readaptación al paddock, en el que estoy muy contento de haber regresado.
